Como cantaba José José: “Ya lo pasado, pasado, no me interesa (…) todo quedó en el ayer, ya olvidé“. Entonces… ¿sí o no? Apliquemos este mensaje en nuestras vidas diariamente.
¡Vive el presente! Deja atrás el pasado y olvídate del futuro
Ni el pasado ni el futuro debe empañar nuestro presente. Así que disfrútalo cada vez que puedas y ¡libérate! Eso de estar acordándose todo el tiempo de las cosas que pudiste haber hecho está de flojera. Ya déjalo en donde se quedó: atrás. También estar pensando en lo que tienes que hacer al día siguiente, al llegar a casa, los próximos meses, ¡yo qué sé! Todo esto mientras estás con tus amigos, tu familia o tu pareja, ¡híjole!, no lo hagas más, por favor.
Disfruta cada detalle
Disfruta el más mínimo detalle en tu cotidianidad. La taza de café que tomas por la mañana, saboréala, no te la empines. El ritmo de vida cosmopolita que tenemos ahora, nos orilla a ir de prisa en todo momento. No permitas que esto suceda y date unos minutitos placenteros al día.
Los momentos con tu pareja
- Los abrazos de tu pareja hazlos interminables, no por lo que duren sino por lo que los aprovechas.
- La hora de ducharte debe ser un momento para recordarte lo mucho que te quieres. Disfruta el agua resbalando en tu rostro.
- A la hora de ejercitarte, siente cada trabajo de tus músculos.
- Mirar al cielo es algo que olvidamos muchos. Diariamente sal por la mañana o al anochecer y mira el cielo inmenso. Húndete en él.
- Los momentos con tus amigos y familiares debes vivirlos al cien. Así que no estés pensando en otras cosas. Relájate y diviértete.
¿Tú te acuerdas de tu presente?