Cuando comenzamos a seguir un estilo de vida saludable lo hacemos con mucha emoción. Queremos empezar con energía y ganas de hacerlo mejor cada día y eso incluye al ejercicio. Sin embargo, cuando somos principiantes, el movimiento y esfuerzo nuevos nos cobran con dolor muscular. Aquí te explico a qué se debe exactamente y cómo evitarlo.
¿Por qué me duele todo?
Cuando sometemos nuestro cuerpo a esfuerzos y movimientos a los que no está acostumbrado, comenzamos a sentir dolor. Sin embargo, esto no solo les sucede a los novatos, es una reacción que sufren también atletas experimentados cuando prueban algún nuevo ejercicio en su rutina. La explicación es que cuando realizamos el mismo esfuerzo por mucho tiempo, solo algunos de nuestros músculos trabajan mientras el resto descansa plácidamente.
¿Cómo evitarlo?
Tranquila, existen algunos trucos que puedes aplicar para no sufrir tanto después de entrenar. Uno de ellos y el básico es no emocionarte haciendo un entrenamiento intenso cuando no estás acostumbrada. Lo mejor es aumentar la resistencia poco a poco para que tus músculos no se desgarren. Otra sugerencia es que nunca entrenes sin antes haber calentado. El calentamiento prepara a tu cuerpo para el esfuerzo y ayuda a prevenir lesiones.
Mitiga el dolor con estas recomendaciones
Si a pesar de seguir los tips que te di en el punto anterior no aguantas el dolor, considera alguna de las siguientes ideas. Puedes realizar ejercicio de bajo impacto como correr, nadar o andar en bici. De ese modo mantendrás en movimiento a tus músculos. Una opción más es recurrir a los baños aromáticos o al sauna. Otro remedio eficaz y delicioso son los masajes en las zonas del cuerpo doloridas.
Ahora sí, ¿lista para cambiar de rutina?