Esto es lo que debes saber del teratoma ovárico

Hay varios tipos de tumores que afectan a nuestro sistema reproductivo. El teratoma ovárico es uno de los más comunes. ¿Has escuchado de el? El término teratoma proviene del griego y su significado es tumor monstruoso. Antes de que te espantes, aquí te decimos todo lo que debes saber sobre el teratoma ovárico.

¿Tumor monstruoso?

El teratoma es un tumor de origen embrionario formado por varios tipos celulares y, por lo mismo, no es muy agradable a la vista. Literalmente puede que contenga varios tipos de tejido, como pelo, dientes, huesos y cartílagos. ¡IEwww! Te dejaría una foto, pero se ve asqueroso, así que mejor dejémoslo así. La buena noticia es que los teratomas son normalmente tumores benignos, llamados también teratomas maduros. El teratoma ovárico es el que más problemas puede dar durante la gestación. También hay algunos casos en los que aparecen teratomas malignos y se conocen con el nombre de teratomas inmaduros.

Causas y síntomas

La causa principal de la formación de un teratoma es un desarrollo anormal del tejido del embrión en algún punto. El teratoma ovárico maduro generalmente es asintomático. La forma en que se descubren es mediante revisiones de rutina. Aunque de presentar síntomas, causa dolor de pelvis, dolor en las relaciones sexuales, infertilidad o sangrado vaginal anormal. Por eso es importante hacerte una revisión ginecológica de rutina dos veces al año. Es casi imposible que un médico detecte su presencia de uno palpando la zona abdominal. Por lo regulas, los encuentran mediante ultrasonidos, resonancias magnéticas o ecografías.

Tratamiento

  

El tratamiento de elección es la cirugía. En el caso de que el teratoma sea maligno, la cirugía debe ir acompañada de quimioterapia. Si sufriste de algún teratoma ovárico que requirió de quimioterapia o extirpación de óvulos, la ovodonación es el tratamiento de fertilidad adecuado para tener hijos. O algunas mujeres toman la decisión de congelar sus óvulos cuando se encuentran en un proceso de quimioterapia. De todas formas, recuerda que cada cuerpo y caso son diferentes, así que nunca dejes de consultar a tu médico.