Desde pequeñas nos han dicho que las mujeres somos más maduras que los hombres. Ciertamente contamos con más madurez, pero llegan ciertos momentos en los que cada una de nosotras somos puestas a prueba. Queramos o no, hay momentos en que la madurez sale volando después de la chancla. Con los años vamos corrigiendo ciertas actitudes que delatan nuestra falta de madurez emocional. Para mí una mujer madura es la que tiene una buena inteligencia emocional. Si te preguntas qué tiene que ver la inteligencia emocional con la madurez de una chica te diré que absolutamente todo, porque una mujer madura NO hace esto…
Espiar el celular de su novio

Todo comienza por una buena autoestima, si te sientes segura de ti misma y tu relación no hay razón alguna por la que tengas que espiar su celular. Toda relación amorosa se debe basar en la confianza, de lo contrario no tiene caso tener una. Vivir en estrés por saber con quién habla tu pareja es falta de madurez. Es una prueba de que estás dejando que tu felicidad gire en torno a él. Ser una mujer madura te hace responsable de tu propia felicidad.
Hacer escándalos en la calle

Bajarte del coche del novio mientras sigue prendido, gritarle a media calle o, lo que es peor, lanzarle algo en público. Los accesos de furia son comunes en las chicas que no tienen control sobre sí mismas. Somos responsables también de las cosas que nos hacen enojar. Tú decides qué tiene el poder suficiente para sacarte de las casillas y cuánto te va a afectar. No es bueno ni malo tener escándalos, creo que lo importante es que reflexiones al respecto si te llega a pasar frecuentemente. Los accesos de ira no le hacen bien a nadie.
Quedarse en una relación sin futuro

Estar de necia en una relación que ya no te suma sino te resta es inmadurez. Estoy hablando de estas relaciones desgastadas o, peor aún, las que ni siquiera son relaciones formales y te hacen sufrir. Una mujer madura sabe cuándo es tiempo de retirarse del juego. De hecho, son ellas las que acaban con sus malas relaciones, aun queriendo a la persona que van a dejar. Saben que el amor debe ser recíproco y debe aportar luz a su vida.
Pensar que el amor nunca llegará a su vida

Las chicas maduras saben que son merecedoras de amor, no tienen prisa por juntarse con el primer hombre que les pase enfrente. Ellas saben que el amor llegará a su vida, no se obsesionan con la idea de tener a un hombre a su lado. Disfrutan de sus días, ríen, lloran y aprecian la vida. Así es cómo ellas dejan entrar el amor a su vida. Con luz de esperanza y mucha ilusión.
Pasar el tiempo libre fantaseando con el hombre que las dejó hace tres años

No cerrar ciclos y, lo que es más triste aún, ver por la ventana como un cachorro perdido como han sido dejadas de lado por alguien. Ten cuidado, aferrarte a una persona que ya siguió con su vida es super doloroso. Te puede llevar directo al camino de la depresión, la ansiedad y, peor aún, hasta a un cáncer. La vida se hace cada día, si sigues esperando a que alguien regrese a tu vida para avanzar, solo te estancarás. No te has dado cuenta de que mientras tu ex ya abordó ese nuevo barco, tú te quedaste en el muelle acumulando moho sin crecer, sin ser mejor persona, sin ser más feliz.
Es momento de que entiendas que no puedes quedarte estancada esperando el amor. Si sigues siendo la misma persona que dejaron a un lado, porqué habrían de regresar. Por eso sigues ilusionada con el amor pasado, pues si dieras un paso adelante te darías cuenta de que la nueva tú necesita un amor mucho más grande y maravilloso que el anterior.
Tener miedo, no tomar decisiones o esperar hasta el último segundo para aventarse

Las mujeres inmaduras se aferran a la falsa seguridad. Te tengo una noticia: en esta vida solo existe una seguridad. La seguridad de que vas a morir en algunos años. Todo lo demás es tu trabajo personal, por ello resulta tan inmaduro aferrarte a un trabajo, a tu familia, a una relación. Las chicas inmaduras tienen miedo y siempre ven el peor escenario delante suyo cuando hay un cambio. No es fácil ser la mujer fuerte que se avienta cada vez que la vida se pone un reto en frente. Sin embargo, te aseguro que después de la primera vez el salto se vuelve más y más fácil.
Pensar que no puedes ser diferente es lo único que te está frenando. Anímate a dar un paso adelante, ser una mujer madura es importante. Ya que con esta madurez vendrán mejores decisiones, momentos más felices y un futuro más brillante.