El debate acerca de quién es propietario de nuestro ADN comienza con Tina Gorjan. Ella es estudiante de moda de la Central Saint Martins de Londres. Esta joven creó una colección a través del cultivo de la estructura biológica del diseñador de moda Alexander McQueen.
¿Cómo lo logró? contactó a antiguos clientes de la marca que tuvieran entre sus pertenencias prendas de la primera colección de McQueen. El diseñador había colocado en la etiqueta un mechón de su pelo.
Tras obtener esta muestra, Tina buscó apoyo en un laboratorio de genética y comenzaron el desarrollo de un tejido similar a la piel humana. Este tejido estaría constituido por la información genética del diseñador.
Tina no sólo quiere hacer una línea de productos con este cultivo de piel humana, sino que pretende añadir pecas, tatuajes y lunares de McQueen, con el fin de conectar este tejido directamente al diseñador.
Protección de la información biológica
Lejos de querer jugar con el ADN del diseñador o hacerse rica y famosa, la estudiante busca poner en evidencia el vacío legal que existe en la protección de la información biológica.
“Si yo pude patentar un material extraído de información biológica, imaginemos lo que las corporaciones serían capaces de hacer”, argumentó Gorjan.
Aún en proceso
Hasta ahora los prototipos que ha presentado son hechos con piel porcina. Aún así, la polémica y opiniones diversas, no se han hecho esperar. Así, de una manera muy controversial ha puesto la mirada del mundo ante una problemática que nos concierne a todos. Nos referimos a la falta de protección de nuestra información biológica y la de nuestros seres queridos.
La colección todavía se encuentra en fase de concepto. Sin embargo, el donador de la información genética ha accedido a contribuir con más pelo para concluir el trabajo.