¿Eres una persona emocionalmente inmadura?

Para saber si eres una persona emocionalmente inmadura es importante que conozcas la definición de tal. La inmadurez emocional se define como una condición en que las personas no han renunciado a sus deseos, fantasías ni caprichos. Algunos de estos deseos y fantasías tiene que ver consigo mismos. También que algo se haga como ellos lo desean. ¿Quieres saber sí eres así? Estos rasgos dirán que tan emocionalmente inmadura eres.

Eres egocéntrica

Una parte del proceso de la maduración es entender que el mundo no gira alrededor de ti. Sin embargo, tu bebé interior no lo sabe, por lo que todo se tiene que tratar de ti. A medida que este bebé va creciendo, comienza a entender que no se puede obtener todo lo que desea. “Yo, yo y yo” es lo único que piensas en tu cabeza cuando se trata de relaciones amorosas, amistades o lo que te convenga. Mientras que madurar significa salir de ese concepto de “yo” y comenzar a ver la realidad de una manera diferente. Esto te permitirá descubrir nuevas aventuras en vez de pedir un deseo esperando a que se cumpla.

Te cuesta asumir compromisos

Una de los rasgos que trazan el perfil de una persona inmadura es la falta de compromisos. Para ti es complicado asumir algunos compromisos porque a tu niña interior le cuesta hacer sacrificios para cumplir algo a largo plazo. Por ejemplo, te dan algo y si prometes guardarlo durante algunos días recibirás algo mejor. Sin embargo, la desesperación y el deseo de utilizar lo que tienes en ese momento se interpondrá en tu camino. Como consecuencia no obtendrás algo mucho mejor y habrás perdido una valiosa oportunidad. En cambio, una persona madura comprende lo valioso que son los sacrificios para lograr algo mucho mejor.

Sueles culpar a los demás

Tu niña interior sabe que el error lleva la culpa y por eso suele culpar a los demás y esconderse de sus actos. No te preocupa el daño que has provocado a una persona, te asusta más las consecuencias. Crecer es asumir la responsabilidad de tus actos y madurar es reconocer el daño que has hecho y cómo buscas cambiarlo.

Estableces lazos de dependencia

Una persona inmadura necesita de los demás para amortiguar sus responsabilidades, consecuencias o errores. Pero fuera de estas situaciones, prefieren estar solas y crean lazos de dependencia. Tu inmadurez emocional no tiene claro la definición de autonomía, pues piensas que hacer tu voluntad es un comportamiento autónomo.

Manejar el dinero no es lo tuyo

Ser impulsiva con las compras y los gastos innecesarios es uno de los grandes rasgos que definen tu inmadurez. Y en este caso esta impulsividad está perjudicando tu manera de administrar tu dinero. Con el fin de cumplir tus deseos y caprichos del momento, ya no tienes problema en comprar otras cosas con el dinero que no tienes.