Ir al ginecólogo es un paso en el cuidado de nuestra salud, uno de los más importantes que no puedes tomar a la ligera. A pesar de ser muy importante, es una de las experiencias más temidas por nosotras. Sin embargo, para un buen estado de salud es primordial.
Ritual necesario
Cuando iniciamos nuestra vida sexual, debemos ir al ginecólogo para saber cómo está nuestro cuerpo. Puede ser una experiencia incómoda, dolorosa y a veces cansada, pero es necesaria para que verificar nuestro estado de salud. En caso de que aún no vayas al ginecólogo, te compartimos algunos tips para que la experiencia sea beneficiosa.
Cómo elegir médico
Lo más importante es buscar médico hasta que encuentres uno o una que te haga sentir en confianza. En lo personal, yo opté por elegir una doctora, pues me da más confianza que sea ella quien revise mi cuerpo. Además, debe ser alguien que te brinde seguridad y siempre esté dispuesto a resolver tus dudas, así sea la más mínima o “absurda”.
Tips
- Un día antes de la revisión opta por no usar jabones vaginales. Así tus bacterias naturales podrán ser examinadas de manera correcta.
- Anota todas las dudas que tengas para que te las disipe el médico.
- Sólo en caso de que requieras algún examen en el que debas ir en tus días hazlo. De lo contrario, lo mejor será que acudas en los días en que no estés menstruando.
- Necesitas ser honesta con tu doctor, para que así pueda ayudarte. Jamás le ocultes información relevante ni detalles referentes a tu salud sexual, como qué edad iniciaste tu vida sexual, si has tenido algún aborto o embarazo, etc.
- Durante la revisión no te tenses, pues podrías sentirte más incómoda o lastimarte.
- Cuando te receten algún medicamento, pregunta todo lo que desees sobre él. Cuál su finalidad, modo y tiempo de administración, qué reacciones podrías tener, etc.
- Después de la primera consulta analiza cómo te sentiste con el médico. Si no fue de tu agrado, no tengas miedo de elegir otro. Recuerda que lo primordial es tu bienestar.
