Síndrome de HELLP, ¿qué tanto afecta a tu embarazo?

Algunas mujeres que padecen preeclampsia desarrollan un trastorno conocido como síndrome de HELLP. Los síntomas más comunes son dolor en la zona superior del abdomen, náuseas y vómito. Generalmente, a estos malestares se les relaciona con padecimientos como la gastritis, la hepatitis o la colecistitis, dejando de lado el problema real.

Síndrome de HELLP

El doctor Luis Weinstein le nombró así en el año 1982, partiendo de las siguientes condiciones:

  • H. Hemólisis, ruptura de los glóbulos rojos (hemolysis).
  • EL. Enzimas hepáticas elevadas (elevated liver enzymes).
  • LP. Bajo recuento de plaquetas (low platelet count).

Esta complicación puede amenazar la salud y vida de la madre y el feto durante el embarazo. Es una derivación de la preeclampsia, haciéndose presente en el tercer trimestre o después del parto. Los síntomas más comunes son: dolor de cabeza, náuseas o indigestión después de comer, dolor en la parte derecha superior del abdomen, molestia al respirar e hinchazón. También puede haber sangrado, presión arterial alta o agotamiento. Si además del problema de preeclampsia surge la eclampsia (alteración grave en casos de hipertensión gestacional), es probable la aparición de cuadros epilépticos o de coma. Estas manifestaciones son el resultado de una encefalopatía causada por la hipertensión.

¿Cómo se trata?

Para tratar el problema de síndrome de HELLP puede usarse algún producto o derivado de la sangre (glóbulos rojos, plaquetas o plasma). Si se detecta a tiempo, es posible suministrar el tratamiento necesario para que el bebé esté a salvo. No olvides que el chequeo mensual ayudará a detectar cualquier inconveniente a tiempo. Lo más importante es que tu embarazo sea lo más sano posible para ti y tu bebé. Jamás te automediques, solo el especialista conoce las condiciones específicas de tu cuerpo.

Si respetas las indicaciones del médico, harás lo correcto y tendrás un embarazo, si no perfecto, al menos tranquilo.