Una de las principales fantasías de muchas parejas es tener diversión en la alberca. La playa también es otra opción; sin embargo, debo decirte que estas no son las mejores opciones. Si tú y tu pareja han pensado en tener intimidad en estos lugares, a continuación te presento algunos factores que deben tomar en cuenta.
Cuidado con la arena
Aunque no lo creas, la arena llega a todas las partes de tu cuerpo. Es un abrasivo que provoca irritación o rozaduras en la vulva, vagina y genitales en general. Si aun con esto estás decidida a tener sexo en la playa, opta por usar una enorme toalla debajo. Al enjuagar tu cuerpo, no uses agua de mar, sino de la regadera. La sal podría causar heridas en tu zona íntima. No olvides que la arena no es tan higiénica, porque miles de personas pisan ahí. Además, hay animales que defecan sobre ella y eso convierte la zona en un banco de gérmenes.
¿Hacerlo en la alberca?
Los jacuzzis, los spas y las albercas son los principales causantes de problemas intestinales durante el verano. Las bacterias pueden vivir en el agua de la piscina, y cuando una persona tiene algún problema de salud, los microorganismos se quedan en la piscina y se propagan. Además, tener sexo en la alberca no resulta tan bueno. En realidad, en cualquier lugar con agua se pierde la lubricación y la vagina se seca rápidamente. Si a pesar de eso deseas tener esta experiencia, usa lubricante a base de silicona. Considera que tener sexo en la alberca puede provocar infecciones del tracto urinario. Lo mejor es orinar en cuanto termine el sexo, para evitar que el agua de la piscina llegue a tu vejiga. Hay parejas que piensan que tener relaciones en el agua impedirá un embarazo, pero no es así. Cuídate y no hagas locuras que arruinarán tu diversión.
Ya que sabes todo esto, ¿te animarás a hacerlo?