Si sufres de gastritis o colitis, seguro el médico te ha sugerido tomar probióticos para regenerar la flora intestinal. Cuando nos recetan, hay que reconocer que pocas de nosotras preguntamos más detalles sobre todo esto. Ni siquiera nos hemos preguntado por qué unos son llamados probióticos y otros, prebióticos. ¿No son lo mismo?
Cuida de tus intestinos
El revestimiento del intestino está cubierto de microorganismos que crean un microecosistema, mejor conocido como microbioma. No se perciben, ni siquiera tenemos idea de su existencia; pero ahí están y juegan un papel muy importante en nuestra salud. Dependiendo de lo que comas, será lo que le des a tu microbioma y eso repercutirá de buena o mala forma en tu salud. Si comes sano, tu intestino estará sano. Si comes comida chatarra, tu intestino pagará las consecuencias. Hay dos formas de ayudar y cuidar de tus intestinos.
- Dándole lo que les gusta (prebióticos)
- Añadir microbios vivos que protegen tu sistema (probióticos)
Prebióticos, qué son
Son fibras vegetales que actúan como fertilizantes. Estimulan el crecimiento de las bacterias buenas en tus intestinos. Las frutas y verduras (especialmente las que poseen fibra y almidón resistente) poseen prebióticos.
Y los probióticos
Contienen organismos vivos (cepas específicas de bacterias) que se añaden de manera directa a los microbios sanos en el intestino. El probiótico más conocido es el yogur. Éste se obtiene al fermentar la leche con distintas bacterias que quedan en el producto final. Los suplementos probióticos también poseen organismos vivos.
Existen diferentes bacterias que por ende dan resultado a una variedad de probióticos disponibles. Lo más importante, que debes tener a consideración cuando consumas probióticos es:
- Investiga qué problema quieres tratar
- Elige el mejor probiótico para tratar la afección
Lo más importante en todo momento, es que ante cualquier duda o cuando notes que algo no va bien en tu cuerpo, optes por ir con tu médico de cabecera.