Parálisis y migraña: ¿realmente valen tu trabajo?

Es un hecho que todos necesitamos trabajar para tener una remuneración económica con la que podamos cubrir nuestras necesidades. Lo más adecuado sería que ese trabajo que hacemos, fuera algo que amamos. Finalmente, hay que considerar que es algo que haremos toda la vida, o al menos un muy buen rato. Lo malo es que no todos lo ven así. Hay personas para las que ir a trabajar es un verdadero martirio. A otros les exigen tanto, que dejan de tener vida propia por entregarse de lleno a esas actividades. Siendo honestas, ¿alguna vez te has preguntado si vale tu trabajo más que tu vida o tu salud?

Ante todo preocúpate por tu salud

El estilo de vida que tenemos hoy en día es muy ajetreado. Al ser ya tantas personas, necesitamos salir con mucho tiempo de anticipación para llegar a tiempo al trabajo. Si a eso se le suman las obligaciones en casa, los gastos y todos los imprevistos, la cosa se pone peor. El estrés se hace parte de nuestras vidas, pero si no sabemos controlarlo, dañará nuestra salud física y mental.

No dejes que el trabajo absorba tu vida, tu tiempo y tu salud

Si crees que esto suena muy exagerado, te equivocas. Hay un caso muy reciente de una mujer en Londres, que tuvo que pagar una cara factura por no ponerle una pausa al trabajo. Paula era consultora de estrategia, por lo que su carga de trabajo era mucha. Tan solo en seis meses trabajó 80 horas a la semana sin darse un respiro. ¡Que bárbara! Un día, ya no hubo vuelta atrás. Paula comenzó a sentir que se le dormía la mitad de la cara, además de mareo. Tuvieron que llevarla al hospital, pues en su trabajo temían que sufriera de parálisis facial. Los doctores dijeron que no había riesgo de derrame cerebral, pero eso no significaba que no pasara nada con Paula.

¿Cuánto vale tu trabajo?

Paula, al ver que no era grave el asunto, decidió regresar al trabajo al día siguiente. Sí, los pendientes eran tantos, que no quería atrasarse. En el mes siguiente, ella experimentó el mismo síntoma, pero más veces. No le dio importancia, hasta que la migraña y parálisis en su mano, brazo y pierna se hicieron presentes. Fue ahí cuando supo que las cosas no estaban bien. Llegó al punto en el que se perdía en la calle y confundía la información que conocía de muchos años, por ejemplo, los nombres de su familia o amigos. Todos los síntomas que tenía, no eran más que los de una enorme carga de estrés. Por fortuna, ella está bien y ha aprendido la lección: el trabajo puede esperar, la vida no. Ahora ha adoptado un estilo de vida más saludable con ejercicio, comida saludable y menos horas de trabajo.

El exceso de trabajo causa depresión

Un estudio confirma que el trabajo excesivo daña la salud mental, provocando depresión. Las mujeres son las más afectadas. El asunto empeora cuando se trabaja hasta en fin de semana, pues la carga de trabajo se junta con la de las obligaciones domésticas.