Sabemos que la regla común es beber ocho vasos de agua al día para mantenernos hidratadas… Y si estás consciente de su importancia para mantenerte saludable, seguro tratas de llegar a esa cantidad. El problema es que intentarlo no es suficiente para recibir sus beneficios y, más aún, es preciso tener claro la forma y el momento. Sí, ahora resulta que no solo importa cuánta agua, sino cómo y cuándo. Aquí te damos los detalles de cómo beber agua para aprovecharla al máximo y mantenerte saludable y bella.
Cuánta agua conviene beber
Para empezar, parece que la cantidad de agua que cada uno necesita en realidad depende de varios factores. Entre ellos, de tu talla, tu dieta y tu nivel de actividad física. Si practicas ejercicio con regularidad y por la transpiración pierdes agua, es preciso reponerla. Ahora bien, se aconseja también que bebamos agua cuando sintamos sed. No es muy exacto, porque en una sesión de ejercicio puedes transpirar tanto y tan rápido, que el cerebro no alcanza a registrarlo ni a emitir la sensación de que estás sedienta. Por otro lado, si por las noches te levantas al baño más de dos veces, quizá estás bebiendo de más.
Para calcular cuánta agua necesitas, toma en cuenta lo siguiente:
- Si te ejercitas a diario debes beber agua ante, durante y después.
- El clima es otro factor. Cuando es húmedo y caliente, transpiras más que alguien que vive en un clima templado
- Cuando estás enferma y tienes diarrea, vómito y fiebre, pierdes más líquidos que debes reponer de inmediato.
El té y los jugos cuentan
Y también el café solo. Básicamente son líquidos, siempre que no se les añada saborizantes o leche. Entonces puedes tomarlos en cuenta como parte de tu dosis diaria de agua. Se recomienda que 80% de tu ingesta provenga de líquidos, y el 20% restante de alimentos.
Una hora antes de hacer ejercicio
Recientes estudios mostraron que durante el ejercicio, las mujeres pierden líquido más rápido que los hombres. Por lo tanto, conviene que bebas medio litro de agua una hora antes de entrenarte. Ese tiempo se tarda el líquido en llegar de los intestinos a los músculos, donde se necesita. Así prevendrás la deshidratación y, por lo tanto, los calambres.
Cómo y cuándo
- Bebe agua cuando sientas sed, pero también cuando vayas a practicar ejercicio.
- Durante el embarazo y la lactancia, deberás tomar 0.3 y 0.7 litros más respectivamente.
- Al despertar por la mañana es bueno beber agua para activar el funcionamiento de los órganos internos. Toma agua media hora antes de comer, te ayudará a comer menos y a no sentirte somnolienta después. Durante la comida bebe poca, para no diluir los jugos gástricos, esenciales para digerir los alimentos de manera apropiada.
- Tampoco tomes demasiada agua; pues podrían disminuir los niveles de sodio en la sangre que causan efectos negativos a largo plazo.
- Para hidratarte después de transpirar mucho, toma una mezcla de agua con jugo de manzana. Una parte de jugo por tres de agua. También un “suero” preparado con un litro de agua a la que añadas 1/2 vaso de jugo de naranja, 1 cdita. de miel y 1/2 cdita de sal.
- Necesitas beber agua luego de nadar en playa o alberca, es más probable que te deshidrates entonces. La sed se controla por el volumen de sangre en el centro del cuerpo. Cuando el volumen de sangre disminuye, sientes sed. Sin embargo, cuando te sumerges en el agua, esta crea presión que empuja la sangre de la piel al centro del cuerpo engañándolo.
Siempre ten al alcance de tu mano un vaso de agua, recuerda que la pérdida del más 2% en el cuerpo puede provocar fatiga, dolor de cabeza, pérdida de memoria a corto plazo y descenso del rendimiento físico.