Llegar a los 40, hace algunos años, era pensar en una mujer con menopausia, con un cuerpo obeso y, peor aún, sufriendo unos sofocos terribles. Afortunadamente no todos los cambios en el cuerpo a los 40 son malos. De hecho, existen muchas formas de darles la vuelta para que no los sufras de más.
Menos estrés
A los 40 ya sabemos porqué estresarnos y porqué no. Esa parte de ser mamá primeriza y lidiar con gritos y chillidos ha quedado en el pasado. A esta edad, algunas pueden empezar a ser abuelas, pero la mayoría ya tiene hijos en edad de dejar el nido. Es una fase triste, pero también de autodescubrimiento.
Una piel diferente
No olvides que tengas la edad que tengas si llevas una mala alimentación, no utilizas bloqueador solar y adoptas malos hábitos el envejecimiento vendrá más rápido de lo que parece. En cambio, si has llevado una vida saludable, la flacidez llegará después. A esta edad, la belleza de la mujer se acentúa. ¡Las mujeres somos hermosas a cualquier edad!
Más sexo
Las mujeres de 40 tienen una gran seguridad en sí mismas, por lo mismo se sienten menos cohibidas a la hora de tener relaciones. Es una edad perfecta para experimentar sin remordimientos. Tu cuerpo a los 40 puede ser mejor que a los 30, haz un poco más de ejercicio en tus tiempos libres y disfruta de una vida sexual sana y un cuerpo hermoso.
¿Huesos débiles?
Dicen que a esta edad es fácil contraer ostreoporosis. La realidad es que es posible desde antes, cuando sigues una mala alimentación y no haces nada de ejercicio. No obstante, si cuidaste bien de tu cuerpo es improbable que pase. Además, existen un montón de suplementos que puedes consumir para reducir este desgaste. Tu cuerpo a los 40 es el reflejo de lo que has hecho por él durante tu vida, así que anímate, aún hay tiempo para hacer muchas otras cosas.
Sofocos
Este es un proceso al igual que lo fue tu adolescencia, no lo sufras de más. Hoy en día, las mujeres tenemos más de una opción para controlar los sofocos y sudores. Decirle que sí a la depresión es decisión de cada mujer. Acude a tu ginecólogo para informarte más a detalle.
Los cambios que sufre tu cuerpo a los 40 no son necesariamente malos. Depende del lado con el que quieras ver las cosas. Recuerda que dentro de ti está la clave para seguir siendo la mujer más feliz.