Todas las mujeres una vez que hemos comenzado nuestra vida sexual necesitamos realizarnos un chequeo para saber que todo está en orden. Con éste ayudas a detectar o controlar alguna afección ginecológica que estuviera presente. Si no lo haces a tiempo, podría haber consecuencias graves como infertilidad o esterilidad.
¿Por qué debes hacerte un chequeo anual?
Es recomendable que el chequeo sea cada medio año; sin embargo, lo mínimo es que sea una vez al año. De esta manera se puede detectar oportunamente algún proceso premaligno o maligno. Cuando se realiza el control ginecológico deben incluirse los siguientes exámenes.
- Control mamario
- Ecografía pélvica
- Ecografía endovaginal
- Papanicolau
- Colposcopía (revisa a detalle el cuello del útero para localizar posibles lesiones)
Cáncer de cérvix
Es el más frecuente en países subdesarrollados, además de ser la principal causa de muerte de la mujer. Gracias al Papanicolau puede detectarse a tiempo alguna lesión uterina, aunque hay casos que se apoyan de la colposcopia como estudio adicional. La colposcopia detecta lesiones producidas por el VPH.
Diferencia entre el Papanicolau y colposcopia
Para realizar la colposcopia se usa un espéculo que amplía la cavidad vaginal y de esta manera se puede ver el cuello del útero. Se aplican unas soluciones especiales que diferencian la mucosa normal de la patológica. Por lo tanto, la colposcopia es un estudio que arroja los resultados de manera instantánea, mientras que el Papanicolau no. En éste se extraen células que se mandan a laboratorio para hacer los estudios necesarios y dar un informe.
La colposcopia es indolora, por lo que no hay pretexto para no realizarla con la frecuencia necesaria. No olvides que muchas de las lesiones no producen síntomas y si son detectadas a tiempo pueden curarse. Así que no dejes pasar tu chequeo periódico para cerciorarte de que estás bien de salud.