Hay decisiones que cambian la vida para siempre. Yo tomé una de esas hace seis años, seis meses y un par de días. Decidí dejar de comer carne y ciertos productos de origen animal. Me volví ovolactovegetariana, ¡y me siento increíble!
Todo empezó por otra decisión
Hace unas semanas te conté de mi época hippie en la universidad. Por si no la recuerdas, durante ese tiempo me volví voluntaria y ciberactivista de Greenpeace, que es una organización ambientalista. Esa primera decisión me hizo analizar varios aspectos de mi vida, entre ellos mi alimentación porque sentí que no era coherente con lo que hacía, decía y sentía. Consideraba que no estaba siendo honesta porque defendía causas animalistas, pero me comía a los animales. Ojo, con esto no quiero decir que estoy en contra de quienes defienden a los animales pero consumen carne. Para nada, soy consciente de que cada persona tiene una ideología, la cual debo respetar, así como pido que respeten la mía.
Análisis de mi vida
Recuerdo que un compañero de la universidad me aconsejó que siempre hiciera cosas que me hicieran feliz. Esas palabras se me quedaron muy gravadas y me alentaron a analizar qué estaba haciendo con mi vida, pero sobre todo, qué quería hacer. En ese momento de mi vida me sentía algo “perdida”, pero estaba segura de que tenía que hacer algo para sentirme bien conmigo misma. Para ese entonces ya había leído sobre el vegetarianismo y el veganismo, regímenes alimentarios que me llamaron la atención. Aunque no las había considerado, tampoco los había descartado, ya que apliqué la de: “nunca digas nunca”.
¿Una decisión difícil?
Tras un par de semanas de analizar qué es lo que quería para mí, un día me levanté y me dije: ¡seré vegetariana! Sé que suena raro, pero así ocurrió. Digamos que fue una de esas ocasiones en las que simplemente sabes que tienes que hacer algo. Así que si me preguntas si fue una decisión difícil de tomar, mi respuesta es… ¡No! Fue una decisión fácil y de las mejores que he tomado en mi vida.
Investigar e investigar
Lo primero que hice al tomar esta decisión fue investigar porque me estaba adentrando a un régimen alimenticio desconocido. Nadie en mi familia es vegetariano ni nada por el estilo. Así que si quería hacer las cosas bien, pues tenía que estar preparada. Sí, leí un sinfín de artículos sobre qué es ser vegetariana, entonces me di cuenta de que era un cambio drástico. Esto me hizo darme cuenta de que lo mejor para mí en ese momento era ser ovolactovegetariana.
Ovo… ¿qué?
Las personas ovolactovegetarianas no comemos ningún tipo de carne (ni pollo ni pescado) y tampoco embutidos. Pero sí consumimos lácteos y huevos o productos derivados de éstos. Aunque en lo personal, evito comer huevo porque no me gusta. En teoría, podría usar accesorios y prendas de origen animal, ya que los vegetarianos y veganos son los que no los emplean porque su régimen es más estricto; sin embargo, le digo “no” a las prendas así como a los productos de belleza con sustancias de origen animal porque así me siento bien.
Cambios positivos
Tras dejar de comer carne, toda mi vida cambió. En serio, ¡toda mi vida! Dejé de padecer de estreñimiento, que es un mal de familia. Empecé a sentirme con más energía y, por lo tanto, con más ganas de realizar actividades. Mi mente empezó a relajarse, al grado de que comencé a concentrarme con facilidad. En pocas palabras, dejé de sentir la pesadez de mi cuerpo (en todos los sentidos, no sólo en la talla) y por primera vez supe que era sentirse liviana. Por lo tanto, me empecé a sentir cómoda conmigo misma.
Aceptación
Nunca le di importancia a mi aspecto físico, pero mentiría si te dijera que me sentía la persona más segura. Definitivamente no era así. Cambiar mi régimen alimenticio le sentó bien a mi cuerpo, pero principalmente a mí como persona. Fue como si me hubiera sometido a una depuración extrema y el resultado fue, y sigue siendo, excelente. Al sentirme bien dejé ir varios fantasmas que me afectaban. Y cuando eso ocurrió, me empecé a aceptar como soy.
Mi presente
Tal vez pienses que es una exageración que me exprese de esta manera, pero no es así. No es así porque la alimentación es de las cosas más importantes de la vida, ya que influye en todos los aspectos. La alimentación es uno de los pilares de la vida, así que te invito a que analices tu vida a partir de tu régimen alimenticio. Mi intención no es que seas ovolactovegetarian, ya que esa es una decisión muy importante que cada persona tiene que tomar. Sólo quiero que te sientas bien, y cambiar hábitos alimenticios puede ser una de las maneras para lograrlo. Mira que a mí me funcionó y ahora voy por más: quiero ser vegetariana.