El ritmo de vida que hemos adoptado es muy acelerado y hemos dejado que nuestros hijos también lo adopten desde pequeños. Sin embargo, estas actitudes lo único que logran es dañar su salud. Así que evita que tu hijo se estrese y no sufra tomando en cuenta lo siguiente.
El estrés no debe tomarse a la ligera
Es un sentimiento de tensión física o emocional que puede ser causa de cualquier situación que provoque frustración, furia o nervios. Se da como una reacción del cuerpo y puede ser en pequeños episodios. Cuando comienza a ser constante debes tener cuidado, porque a la larga daña tu salud o la de tu familia. Según el psicólogo Luis Carlos Flores, el estrés se da como una resistencia inconsciente ante la vida y ante nuestra propia existencia.
Flores, fundador de “Niños de Ahora”, señala que el estrés se desarrolla en cualquier ser humano al carecer de cuatro necesidades básicas en su vida:
- Seguridad y confianza
- Sentirse valorados
- Exploración
- Conexión
¿Cómo ayudar a que tu hijo no se estrese?
1. No lo sobreprotejas
Al sobreproteger a tu hijo en vez de ayudarlo le estás causando un mal, pues no le permites conocer sus capacidades. Debido a esto va generando angustia y ansiedad al pensar en lo que pueda pasar más adelante cuando ya no estén los seres que lo proveen de todo, en este caso mamá y papá.
2. No sentirse amado o condicionar el cariño que se le da
Si nosotros como padres no sabemos demostrarles nuestro cariño ellos no sentirán nuestro afecto. Este tipo de actitudes les generan confusión. Sin embargo, también podemos caer en el otro extremo de condicionar nuestro cariño. “Si no te portas bien ya no te quiero”, es una de las frases que he llegado a escuchar en algunos lugares. Tal vez usamos las palabras sin pensar en el impacto que provocan en nuestros hijos. Así que debemos tener más cuidado con lo que les decimos para que crezcan con la autoestima alta. Finalmente lo que deseamos es su bienestar en general.
3. Presenciar las peleas de sus padres
Los niños cuando son pequeños no comprenden que hay muchos gastos que deben cubrirse en casa. Tampoco llegan a entender muchas veces que papá y mamá pueden tener opiniones diferentes sobre algo y eso puede desatar una discusión. Ellos creen que cuando sus papás pelean es por algo que ellos (los niños) hicieron mal. Nosotros debemos explicarles las reacciones que podemos tener y que no son por algo que ellos hayan hecho mal o no.
4. Primer día de escuela
Si tu pequeño está acostumbrado a estar contigo todo el tiempo y de repente tiene que entrar a la escuela, esta puede ser una separación dolorosa. Además al verse rodeado de puras caras nuevas puede que se estrese.
Esta emoción no puede eliminarse, pues es una respuesta de nuestro organismo. Sin embargo, podemos trabajar en ello para no dejar que nos afecte tanto a nosotras como a nuestros hijos. Escúchalos, obsérvalos y apóyalos siempre.
