Esta es la razón por la que los pechos te duelen después del periodo

Dolor de espalda y de abdomen, náuseas, cambios de humor, jaqueca, el síndrome premenstrual se manifiesta en cada mujer de forma diferente. Sin embargo, en algunos casos la sensibilidad en los pechos después del periodo puede dejar confundidas a un par. No te preocupes más. Esta son algunas causas de porqué los pechos te duelen después de tu periodo.

Los pechos te duelen por el estrógeno

El estrógeno, la principal hormona femenina que participa en tu ciclo menstrual es clave. Durante la etapa folicular de la menstruación, se incrementan tus niveles de estrógeno en el torrente sanguíneo hasta que ocurre la ovulación. Esto significa que el estrógeno domina la primera mitad de tu ciclo Debido a que el estrógeno promueve el desarrollo de los senos, el aumento de esta hormona durante esta fase suele causar dolor y sensibilidad después del periodo.

El exceso de frituras

Sabemos que los antojos durante el periodo son brutales. El consumo de papitas y alimentos fritos y salados durante la menstruación favorecen la retención de líquidos. Los pechos te duelen debido a la inflamación generada por la retención de líquido. Una razón más para quitar de tu dieta las papitas.

Demasiada cafeína

La cafeína aumenta las molestias durante la menstruación. De hecho, es buena idea dejar de consumirla si tienes síndrome premenstrual. La cafeína disminuye el flujo de sangre, lo que provoca aun más inflamación en la zona. Sé prudente con el café, los pechos te duelen por los excesos en tu dieta.

Por el entrenamiento de pecho

 

Ejercitar el pecho justo antes de tu periodo no es una buena idea. Los pechos te duelen porque ejercitaste los músculos. La inflamación sumada al esfuerzo físico es lo que hace que te sientas incomoda aunque ya haya pasado tu periodo.

Finalmente, es bueno que acudas a un chequeo si el dolor no disminuye después de cambiar tu hábitos alimenticios. Consulta a tu médico ya que otra causa del constante malestar podrían ser quistes mamarios. Un chequeo cada seis meses no le viene mal a nadie.