Esta ETS es difícil de combatir; ¡cuidado!

Cuando se habla de enfermedades de transmisión sexual siempre recordamos las más conocidas. Pero hay muchas otras que no resultan tan familiares. Una de ellas es la Mycoplasma genitalium, esta enfermedad es difícil de combatir porque la bacteria que la causa es muy resistente a los medicamentos. Conoce más sobre esta ETS y protégete siempre.

Es comparada con la Clamidia

La mycoplasma genitalium es una infección causada por una bacteria. A veces, quienes padecen esta enfermedad no saben que la padecen porque es asintomática. Los expertos llegan a comparar este padecimiento con la clamidiasis por los síntomas que presenta. Sin embargo, la mycoplasma genitalium es más resistente. Esta enfermedad es difícil de combatir ya que es muy resistente a los medicamentos.

Los síntomas

En las mujeres, puede causar inflamación en el útero, dolor y ardor al orinar, secreciones anormales y sangrado que puede confundirse con la menstruación. En los hombres causa inflamación en la uretra, secreciones en el pene y dolor al orinar. Además, puede generar fiebre y dolor al tener relaciones sexuales. Lo peor es que en algunos casos puede causar infertilidad. Aunque también recuerda que, por lo regular, esta ETS no presenta síntomas por lo que es más difícil de detectar.

El tratamiento no siempre funciona

Lo primero que deben hacer es confirmar la presencia de la bacteria en el organismo con un examen de orina. Como te mencioné antes, esta enfermedad es resistente a ciertos antibióticos, por lo que la gente que la padece puede tenerla por mucho tiempo. Recientemente, en el Royal Women’s Hospital, de Melbourne, se desarrolló un antibiótico con el que se han hecho pruebas y ha dado buenos resultados. El medicamento ha combatido la enfermedad y se espera que dentro de poco se pruebe también en el resto del mundo. Esto podría traer muchos beneficios para las personas que padecen la ETS, así podrían combatir esta terrible enfermedad.

Finalmente, el uso del condón durante el contacto íntimo de cualquier tipo es la única forma de prevenir el contagio, pues se adquiere incluso mediante el contacto con las secreciones.