Hoy en día existen muchas formas de lidiar con la menstruación. Afortunadamente ya contamos con varios métodos para contenerla, por lo que podemos elegir el que mejor se adapte a nuestras necesidades. Entre ellos se encuentran la clásica toalla higiénica y la moderna copa menstrual. Aunque si eres de las mías, seguramente prefieres usar tampón para esos días. Por eso, te comparto algunas precisiones sobre los materiales que los componen.
Cuidar lo que usamos
Las chicas nos la pasamos todo el tiempo cuidando nuestro cuerpo, esto incluye lo que comemos y los compuestos de nuestros cosméticos y cremas. Total, que leemos casi todas las etiquetas de los productos que usamos a diario, pero hay algo que solemos descuidar: nuestro tampón.
Los materiales
Estos son los principales componentes de un tampón comercial:
- Rayón y algodón: absorben y almacenan el flujo menstrual. El rayón es un material que está asociado con el síndrome de shock tóxico (SST) en mujeres. El SST se origina por el Staphylococcus aureus y el uso del rayón puede incrementar la generación de esta bacteria.
- Cartón o plástico: estos materiales sirven para los aplicadores de los tampones, los cuales ayudan a su cómoda inserción en nuestro cuerpo.
- Fragancia: las fragancias que contienen los tampones son similares a las que tienen las toallas sanitarias. Se trata de aromas frescos que por lo regular no son dañinos para la salud, a menos que seas una chica sensible. Sin embargo, existen tampones sin fragancia que son perfectos para cualquiera.
Recomendaciones
Lo principal es que conozcas tu cuerpo y las reacciones que puedes tener al usar cualquier producto. Los tampones son una opción segura y cómoda para cuando te encuentras en tus días. Los materiales que usan las marcas comerciales suelen estar certificados y cumplen los lineamientos sanitarios. Lo más importante es que mantengas una rutina de higiene diaria que, independientemente de lo que elijas, te mantenga alejada de las infecciones.
