Cuando preparas una ensalada o algunas comidas, puedes recurrir a algunos aceites para darle un toque delicioso a tus alimentos. ¿Alguna vez has pensado cuál de todos esos es la mejor opción si estás considerando cuidar de tu salud? Parece ser que el aceite de soya no se encuentra entre las mejores opciones y te voy a contar por qué.
Relacionado con enfermedades crónicas
Aunque es delicioso, tiene una íntima relación con la diabetes, la obesidad o las afecciones neurológicas. Además de Alzheimer, depresión o ansiedad. Todo eso se descubrió en un estudio llevado a cabo en la Universidad de California, Estados Unidos. Hay que señalar que el estudio fue hecho en ratones. Se hicieron tres grupos de ratones y a cada grupo se le dio un tipo de alimentación específico: aceite de soya, de soya modificado y aceite de coco. Dentro de los resultados se descubrió que los genes de los ratones que comieron soya, dejaron de funcionar de la manera correcta. Uno de esos genes afectados fue la oxitocina, entre otros 100.
Consecuencias del aceite de soya
El consumo frecuente de este aceite podría desencadenar problemas como Parkinson o autismo. Los resultados sólo se han presentado en ratones. Eso no descarta la posibilidad de que pudiera ser dañino para los humanos. Además, la obesidad y la diabetes tienen una relación muy íntima con el consumo de la soya. En el 2015 varios estudios descubrieron que este aceite induce a problemas de obesidad y sobrepeso, así como diabetes, resistencia a la insulina e hígado graso. Las consecuencias fueron estudiadas en ratones, pero eso no descarta que el problema también pueda afectar a los humanos.
Sólo cuando el aceite es bajo en ácido linoleico, hay menos probabilidades de padecer obesidad o resistencia a la insulina. Dejando eso de lado, es importante tener una buena alimentación y estilo de vida para que tu cuerpo esté bien por dentro y por fuera.