¡Cuidado con las uñas encarnadas!

Un día, de la nada sientes una molestia en los dedos de tus pies y se trata de nada más y menos que de una uña encarnada. ¿Te ha sucedido? Parecen inofensivas, pero una vez que se haya inflamado por completo puede provocar una terrible infección. Además, no son nada estéticas y caminar con una uña encarnada es de los peores dolores que puedes sentir. Por esta razón te compartimos algunas causas y tratamientos para lidiar con estas pequeñas bestias.

¿Qué es una uña encarnada?

Es cuando la esquina de la uña crece hacia adentro del tejido, en lugar de hacia afuera. Esta molestia tiende a aparecer con más frecuencia en los dedos de los pies y provoca dolor, inflamación y en algunos casos infección. Por lo general aparece en el dedo gordo del pie y si se deja la uña enterrada por varias semanas es muy probable que se infecte y salga pus. ¡Totalmente antiestético y doloroso!

Causas

Además del crecimiento inadecuado de la uña también existen otras causas que pueden provocar una uña encarnada y son las siguientes:

  • Utilizar un calzado inadecuado muy apretado.
  • Cortar la uña del pie demasiado corta al grado de ser más piel que uña.
  • Hurgar o desgarrar las esquinas de las uñas.
  • Caminar con mucha frecuencia.
  • Por sufrir una lesión o aplastamiento (cuando te pisan los pies).

Tratamientos

No tienes de qué preocuparte, pues una uña encarnada puede tratarse en casa. Tan solo empapa la zona del pie afectada con agua caliente para ablandar la uña. Repite este paso tres o cuatro veces al día durante quince minutos. Después, sécala y coloca una bola de algodón húmeda sobre la uña encarnada. Luego, corta tu uña con cuidado de preferencia con un cortaúñas especial o de punta en forma de triángulo. Así podrás sacar tu uña encarnada desde lo más profundo tan solo tienes que jalar. No te mentiré, sí te va a doler, pero será muy rápido. Por último, corta el resto de la uña de manera recta y sin redondear los bordes. Sin embargo, si el dolor sigue siendo muy fuerte lo mejor es acudir a un médico para que atienda el caso.