Aunque nuestras prendas favoritas pueden parecer inofensivas hay algunas que pueden estar dañando nuestra salud. Se puede tratar del tejido con el que están hechas, su ajuste y hasta la manera en la que decidimos usarlas. El hecho es que hay que seguir ciertas recomendaciones para no poner en riesgo nuestra salud al momento de vestir algunas de nuestras prendas.
Cuidado al usar tus jeans más ajustados
Es bien sabido que unos jeans demasiado ajustados puede interferir con la circulación de nuestras piernas. Aunque están de moda, si aprietan demasiado nuestros tobillos, cintura, ingles o piernas corremos el riesgo de que nuestros nervios de las piernas se compriman y se reduzca el flujo sanguíneo. Por otro lado, al estar tan ceñido a la piel, favorece la sudoración y pueden proliferar hongos e infecciones en la piel.
Tu ropa interior debe ser de algodón

La piel que queda en contacto con las bragas es muy sensible y debe ser tratada como tal. La lencería sintética y que no deja respirar tu piel puede fomentar la irritación e infecciones en nuestra zona íntima. La mejor opción es usar ropa interior de algodón, pues es fresca, suave y deja a tu piel respirar.
Cuidado con el traje de baño húmedo
Si tu piel o zona íntima es propensa a infecciones, un traje de baño húmedo no le vendrá nada bien. Si vas a nadar o a la playa, lo mejor que puedes hacer es no dejarte el traje de baño húmedo puesto por mucho tiempo. Cámbiate lo más pronto posible para evitar la proliferación de bacterias. También recuerda enjuagar muy bien tu traje de baño para evitar irritaciones de otros elementos, como cloro sobre tu piel.
Tu pijama puede estar dañando tu salud íntima
¿Acostumbras llevar tu pijama sin ropa interior? Si la respuesta es sí, es de suma importancia que la renueves a menudo. Tener tu zona íntima en contacto con tejidos sucios puede dar paso a infecciones. Así que mantente cómoda en tu ropa de casa y pijama pero siempre con mucha higiene.
Los zapatos altísimos
Si usamos tacones muy altos, aunque sea pocas veces, corremos el riesgo de desequilibrarnos y lesionaros el tobillo. Para que esto no ocurra, tenemos que realizar ejercicios para fortalecer los tobillos y evitar este problema. También ayuda variar el calzado. Hay modelos fabulosos de diversas alturas de tacón para elegir el que más te convenga.
Tus leggings
Ya que son prendas muy ceñidas a la piel, generan mayor transpiración y además que se quede atrapado el sudor. No estamos diciendo que no los uses. Solo ten presente que
al estar en contacto con la piel, hace que la ropa que llevemos debajo todavía se pegue más y atrape el sudor. Por eso no es bueno usar los leggings muy a menudo.