Verdad o solo mito: ¿un clavo saca a otro clavo?

Sabemos que terminar una relación no es nada grato. Sin embargo, algunas veces el dolor es tan intenso, que corremos inconscientemente a involucrarnos en una nueva para evadir el duelo y el dolor. Sanar el corazón nunca ha sido sencillo, la idea de que un clavo saca a otro clavo ¿ayuda? ¿ sirve o no sirve?

Las rupturas amorosas ocurren todos los días

Por obvias razones, el proceso de duelo que lleva a cabo cada persona es personal. Algunas chicas son consumidas por el miedo, la angustia y la soledad. Cuando hay una ruptura, es preciso generar una serie de cambios en el día a día. Esto sin hablar de la persona que está a punto de desaparecer, ya que parte de ti se queda atrás cuando hay una separación. Son muchas las razones por las cuales tomamos la decisión de aplicar la idea de “un clavo saca a otro clavo”,

La forma de mitigar el dolor

Ciertamente iniciar una nueva relación después de una ruptura es una de las peores decisiones que podemos tomar. El afán por iniciar una nueva relación surge de la sensación de vacío profundo. Un corazón y un ego rotos puede ser peligroso, ya que se toman decisiones sin pensar. Tomar la decisión de iniciar una nueva relación es como un analgésico, será bueno a corto plazo, pero a la larga no estás tratando el verdadero problema.

Cuando el problema aparezca

Así pases más de un año con esta persona, el duelo pendiente seguirá esperando una nueva ruptura para salir a flote. Tapar la herida sangrante con banditas no detendrá la sangre. Cuando no se pasa por un buen duelo arrastramos muchos aspectos y dificultades de la antigua relación a la nueva. Solemos autosabotearnos y sin querer podemos lastimar al novio en turno. Lamentablemente, si la tristeza es mucha, tu nueva relación puede convertirse en poco tiempo en una relación tóxica o dependiente.

Finalmente, recuerda que superar a un ex no significa olvidarlo, solo recordarlo sin sentir dolor, ira, tristeza o vacío. En la realidad, difícilmente un clavo puede sacar otro clavo. El duelo debe vivirse, no omitirse.