Muchas veces hemos escuchado el dicho “un clavo saca otro clavo”, pero ¿qué tan cierto será? Es normal que después de una ruptura te sienta herida y caigas en momentos de tristeza. A otras personas no les afecta tanto y en vez de hundirse deciden darle vuelo a la hilacha. Si piensas tener sexo por despecho, sería mejor que lo pensaras un poco más, pues podría resultar contraproducente.
¿Realmente conviene tener sexo por despecho?
Cuando la ruptura es reciente (o sea, que acaba de ocurrir) no es bueno enrolarse en aventuras sexuales. Tu cabeza se encuentra con las emociones revueltas entre dudas, celos, ira y rencor. Esta mezcla no ayuda a que tu cuerpo alivie el dolor que tienes por la pérdida o ausencia de tu ahora ex pareja.
¿Qué hay detrás del sexo por despecho?
Después de una ruptura buscas sentirte deseada nuevamente, aunque no sea por la persona a la que querías. Buscas disfrutar algo íntimo aunque sea de manera momentánea. Quieres desahogarte y al mismo tiempo recibir cariño.
No es conveniente el sexo por despecho porque solo enmascara una situación. Tras la relación esporádica vuelve el vacío con efecto rebote. Como resultado puedes sentirte aún peor que antes.
El proceso se da de manera diferente
Los hombres después de una ruptura buscan recuperar el tiempo perdido o invertido en una sola pareja. Las mujeres, por el contrario, evalúan los daños para no volver a cometer esos errores. Incluso si se trata de un viejo amor, podemos recurrir a él como una opción para aliviar el dolor.
Sea cual sea la justificación que des para tener sexo por despecho, no es recomendable que lo hagas. Podrías perjudicarte más de lo que ya estás. Lo mejor es sanar esa herida y después de un tiempo considerable volver a empezar.