Todo lo que ya no deberíamos hacer a partir de los 30 (según…)

He oído a muchos decir que llegar al tercer piso es lo peor que te puede pasar. Pareciera que a partir de ese momento tu vida va en retroceso. ¡Pfff! La verdad creo que eso es bastante exagerado. Cuando yo cumplí 30, lo decía con orgullo. Sin embargo, parece que en la sociedad en la que vivimos, tener 30 significa la cuenta regresiva para todo. A partir de los 30 parece que ya no hay chance de equivocarte, de divertirte, de disfrutar, de vivir.

“Ya no puedes comer dulces”

Muchas veces me ha pasado que ando por la calle comiendo emocionada unas papitas, una paleta o alguna golosina. Voy por la calle tan feliz, cuando empiezo a sentir miradas juzgándome. Cuando las señoras que me miran son personas que me conocen, se acercan a mí y no falta la que haga su tonto comentario. “Ah, pensé que los dulces sólo eran para los niños“. ¡Que señoras tan odiosas y amargadas!

“Deja de divertirte, ya eres señora”

Relacionado al punto de los dulces, no puedo subirme con confianza o tranquilidad a un columpio porque las mamás que juzgan me miran mal. La verdad no me interesa lo que piensen de mí, pero me parece bastante absurdo que se molesten por verme disfrutando en el parque. Más bien, creo que quisieran tener el mismo valor que yo para subirme a los juegos. Creo que el hecho de que no se divierten es suficiente para que tengan esas caras de pocos amigos.

“¿Aún eres soltera?”

A partir de los 30 parece que si no tienes pareja, es como cometer un crimen de tercer grado. “¿Cómo es posible que sigas sola?”, preguntan. Comentan: “A tu edad ya va a ser difícil que encuentres a alguien que quiera algo serio”. Y también: “¿Por qué no te quedaste con fulanito?”. Me da tanta risa ver la forma en que ven el paso del tiempo. No tiene nada de malo estar sola, eso no significa ser infeliz; más bien es todo lo contrario. De nada sirve tener una pareja que resulta ser un completo macho o que no va a disfrutar de tu compañía.

“¿Por qué no buscas un mejor trabajo?”

Si sigo en el mismo trabajo, es porque me gusta lo que hago. Tal vez no sea la mejor paga, pero al menos sé que todos los días voy con gusto a hacer mis labores. Probablemente si me enfocara sólo en lo económico, disfrutaría si me pagaran una fortuna. Pero no tendría chiste, pues con el paso del tiempo sé que el dinero no lo es todo.

“No comas de más, vas a parecer ballena”

Según, a partir de los 30 años, ya no debería comer tanto porque voy a subir de peso. Creo que si tengo un estilo de vida adecuado, eso no tendría por qué pasar. Más bien, me dicen eso porque justamente las mujeres que hacen esos comentarios están bastante gorditas.

“Ya no te vistas así”

Me queda claro que una vez que vas cumpliendo más años, debes dejar de vestirte como una quinceañera. Sin embargo, tampoco voy a vestirme como abuelita sólo porque ya no tengo 20 años. No, no, no. Sé que aún puedo usar algunas prendas con una orientación diferente.

Por qué ya no tengo tantos amigos

A partir de los 30 años, noté que mi lista de amigos en vez de crecer, se hacía más pequeña. Sin duda, aprendí que muchas de esas personas que se hacían llamar mis amigos, en realidad no lo eran. La verdad es que eso no me duele, al contrario, agradezco que con el paso del tiempo y las experiencias se haya demostrado quienes realmente estaban ahí de manera sincera.

Decir la edad

Muchas chicas, a partir de los 30 comienzan a ocultar su edad. Sólo dicen que tienen veintisiempre. ¡Eso qué! Di con orgullo tu edad, finalmente aunque tú la ocultes, el aspecto de tu piel lo irá diciendo. Siéntete orgullosa de lo que has vivido y hasta dónde has llegado.