Todos en algún momento hemos sido copilotos y puede ser una de las mejores o peores experiencias. Las cosas se vuelven aún más interesantes cuando no sabemos manejar y sentimos que dejamos nuestra vida en manos de alguien que maneja como diablo. Cuéntame, tú cómo eres.
La que va a cargo del mapa y da las indicaciones a la mera hora
Te gusta viajar adelante, pero no eres nada buena para dar indicaciones. Siempre haces que el conductor de vueltas repentinas porque le avisas a la mera hora que ahí tenían que dar vuelta.
Cantas a todo volumen
Pones el mejor repertorio y cantas a todo pulmón. Cantas con tanto sentimiento, que contagias al conductor y hacen duetos.
La que prefiere preguntarle a la gente cuando no entiendes las indicaciones
Aunque el conductor diga que él ya tiene la ruta comprendida, prefieres preguntarle a todo el mundo. No quieres perderte.
Eres la que se guía ciegamente con el GPS
Eres de esos copilotos que por nada del mundo se fía de lo que dicen los demás viajeros. Sabes que la razón la tiene el GPS o al menos eso crees.
La que siente que ya se perdió
Cada vez que salen a algún lado, piensas que de pronto ya están perdidos. Te entra la angustia de no dar con el lugar que buscan.
Eres la desesperada
Apenas te subes al carro, quieres llegar al sitio al que van. No aguantas pasar tanto tiempo en el auto.
La que siempre se queda dormida y en realidad no sirve de copiloto
De verdad sigues sin entender por qué te eligen de copiloto si siempre te vas a los brazos de Morfeo.
La que se angustia y siente que van a chocar a cada rato
Eres la que va con las uñas enterradas en el asiento. Cada que un carro se acerca dices “cuidado”, “frena”, “más despacio”, “no llevamos prisa”, “no corras”.
A la que siempre le anda del baño
Apenas te subes al carro quieres hacer pis. Justo se paran al baño y todos van menos tú. Al poquito rato ya te anda del baño.
La que siempre tiene hambre
Siempre tienes hambre y a cada rato lo haces saber.
La que lleva preparado el catering para todos
Cargas con suficientes provisiones para tus acompañantes y tú. Quieres que el viaje sea ameno.