La fobia a los gérmenes o “misofobia” es un miedo anormal e injustificado a la suciedad o a la contaminación. Las personas que sufren misofobia (misofóbicos) tienen precauciones higiénicas extremas que ocupan la mayor parte de su día y no les permiten desarrollar su vida de manera normal. Se cree que esta fobia está relacionada con el trastorno obsesivo-compulsivo, pues como resultado del miedo se producen conductas compulsivas como lavarse las manos, desinfectar los objetos que los rodean, etc.
Este miedo también es conocido como germofobia, bacilofobia y bacteriofobia.
Síntomas
Existen distintos niveles de misofobia. Las personas que la padecen levemente, probablemente solo se sienten tensas ante situaciones que los exponen a los gérmenes. Por otro lado, las personas que viven este padecimiento más intensamente, presentan síntomas como sudoración, debilidad, mareos y ataques de pánico al sentirse rodeados de microbios.
La persona con misofobia tiene rituales de limpieza y desinfección que les llevan más de una hora por día. Además, gran parte de su día gira entorno a su miedo a los gérmenes. Esta obsesión lleva a las personas a lavarse las manos compulsivamente, tomar varias duchas al día e incluso pueden dejar de frecuentar lugares que consideren infectados como el transporte público. El mismo temor a los gérmenes puede aislarlos socialmente, pues evita el contacto con otras personas por miedo a contaminarse. La misofobia puede derivar en agorafobia.
Causas
Aunque las causas pueden ser varias, muchas fobias tienen origen en un evento traumático ocurrido en la niñez. Otras veces la fobia se puede adquirir por imitar lo que ves en tu entorno. Si cuando eras pequeña tu madre estaba obsesionada por la limpieza, esto pudo haber provocado en ti este miedo irracional.
Algunas veces, en las personas predispuestas por su ansiedad descontrolada, la misofobia puede aparecer como resultado de leer en internet o ver en en la televisión muchas noticias relacionadas con enfermedades contagiosas, o por ver películas cuya trama gira en torno a estos temas.
Tratamiento
El principal tratamiento para tratar fobias es la terapia cognitivo confuctual y la terapia de exposición. Sin embargo, dependiendo del paciente, el experto puede evaluar cuál es el mejor tratamiento. La mayoría de las veces se trata de cambiar la respuesta del paciente ante los gérmenes.