Ser la mamá de una niña es la mayor bendición para muchas mujeres. Por otra parte, debes tomar en cuenta que mientras más pasa el tiempo, la comunicación con tu hija será de vital importancia. De hecho, cuando una niña llega a la adolescencia el comportamiento de su mamá puede determinar la forma en la que se percibirá como mujer el resto de su vida.
Tus palabras importan más de lo que crees, sé cuidadosa con ellas.
Guía a tu adolescente
Recuerda que en algún momento de tu vida fuiste igualita a tu hija. Con los mismos temores e inseguridades durante la adolescencia. Ten paciencia y, sobre todo, cuida la forma en la que intentas enseñarle a sobrellevar sus emociones. De adolescente todo lo sientes un poco más intenso, agresivo o melancólico. ¡Vamos recuerda cómo te sentías de abrumada por tus propias emociones! Por difícil que parezca, toma aire e intenta que las hormonas femeninas no exploten en casa. De hecho, es tu momento de punto de equilibrio en casa. Ser la mamá de una niña que transforma en adolescente no siempre es sencillo. Finalmente, el camino para encontrarte a ti misma es arduo y tú como mamá tienes el poder de hacerlo un poco menos desagradable.
Cuida tus palabras
Este es un momento super importante en el desarrollo de toda mujer. La autoestima forma parte de la problemática en la adolescencia. Procura no hacerle nunca comentarios hirientes sobre la forma de su cuerpo o el acné en su rostro, podrías dejarle cicatrices en el alma. Y esas serían muy difíciles de cerrar a futuro. Recuerda lo que es ser una adolescente y lo feo que se siente ser juzgada. Si en esta estapa de su vida la ayudas a tener una mejor autoestima, te aseguro que el día de mañana tu trabajo se reflejará en una hermosa mujer fuerte y decidida de la que estarás muy orgullosa. El momento crucial para llevar a tus hijos al éxito es este momento. Quizás quieran tirar la toalla, pero es preciso que los apoyes para no hacerlo.
Apoya en vez de regañar
Muchas madres se quejan de sus hijas adolescentes por su falta de tacto. Lamento decirte que no solo son las hormonas actuando, sino la forma en la que se ha desarrollado en casa. No puedes esperar criar a un adulto responsable, si no le enseñaste desde niña a respetar y ayudarte en la casa. En todo caso, está en tus manos enseñarle a hacerlo. Ser la mamá de una niña es mucha responsabilidad, tómalo con calma. Tener tacto es la clave para triunfar en este momento, pues su autoestima se puede afectar. La casa de un adolescente es un refugio en el que debe sentirse seguro para tener un mejor desarrollo.
Hacerte responsable de una adolescente es algo difícil. Por otra parte, acuérdate de ti misma en esa época, te aseguro que tu carácter se parecía al de ella.