Hay muchas situaciones en las que te puedes encontrar y por las que decides tener un bebé. La pregunta es: ¿lo tendrías sola?
Tener un bebé sin que tengas pareja… ¿qué opinas?
Ser mamá soltera puede ser una circunstancia, pero también una decisión. Investigadoras de la Universidad Complutense de Madrid hablan de la monoparentalidad en la Revista de Antropología Iberoamericana. Abordan distintas formas de ser “madre soltera por elección” (MSPE) con el afán de hablar sobre familias no convencionales, nuevos modelos y, de nuevo, el empoderamiento de la mujer.
Estudio
Las investigadoras entrevistaron a 52 MSPE madrileñas:
- 33 por adopción
- 16 acudieron a la reproducción asistida
- 3 recurrieron a la fecundación sexual de un “donante conocido”
Y a 4 padres solteros por elección:
1 hijo de MSPE
3 profesionales que tienen una labor en el ámbito de las adopciones
Uno de sus objetivos fue “identificar las diferentes modalidades de familias monoparentales por elección y las problemáticas (sociales, económicas, culturales, etc.) que caracterizan a cada una de ellas”.
Formas de la monoparentalidad
Hay distintos caminos para llegar a ser padre o madre soltera por elección (MSPE). Vamos a ver aquí algunos ejemplos de los que mencionan en su artículo las investigadoras:
- “El engaño” o ir de caza. Esta forma no se declara, la mantienen en secreto la mayoría de las madres. Pues se trata de embarazarse por medio de una relación sexual consensuada pero sin informarle a su pareja sexual el objetivo de quedar fecundada.
- Donante conocido. Ésta sí es declarada por motivos obvios. Ella escoge a alguien para que done su esperma. Una de las entrevistadas cuenta: “La idea era que yo iba a tener un hijo del que me iba a ocupar yo, iba a registrarlo yo a nivel legal y que su papel era el del donante. Iba a criar a la niña en el entendido de que ella no tenía un papá, puesto que era un donante, no un papá. No obstante, si en el futuro ella quería investigar un poco sobre sus orígenes biológicos y eso, pues, que él estaba abierto a hablar con ella. Y me parecía bonito que pudiera hacerlo, además, porque aunque rara, era una historia también bonita para ella, es decir: ‘Los dos hemos querido que nazcas y hemos pensado que ésta es la mejor familia para ti y así’. (Nora, 30-35 años, soltera, estudios universitarios, trabajo en intervención socio-educativa, 1 hija de 0-5 años con “donante conocido”)”
- La fecundación asistida es otra manera de tener un hijo como proyecto en solitario, pero algunas mamás tuvieron que renunciar a ello por cuestiones de fertilidad, entre otras: “Se insistía mucho (en los cursos de formación de padres adoptivos) en que dijésemos adiós al niño biológico que no habíamos tenido. Sí, y en un momento dado tuve que enfrentarme a la idea de: ‘Yo no voy a tener hijos que tengan mi pelo, mi color de ojos…’. Y dije: ‘Bueno, ¿y qué?’. O sea que lo superé en dos días, porque para mí nunca ha sido tan importante realmente. (Manuela, 40-45 años, soltera, estudios universitarios, traductora y profesora, adopción en proceso en Etiopía).
Empatía
Finalmente, el artículo cumple con su objetivo de mostrar la diversidad en el ámbito familiar. Así que un punto importante aquí es aprender sobre otras formas de vida y pensar que podemos vivir armónicamente si comenzamos a sentir empatía. Al ponernos en los zapatos de otros, la solidaridad y la comprensión y aceptación vienen por añadidura.
Creo que siempre debemos pensar en el mundo que le dejamos a nuestros hijos. Si nosotras comenzamos por enseñarles sobre tolerancia y respeto, entonces estaremos seguros de que ellos recibirán lo mismo a cambio.
¿Tú que opinas de estas formas de elegir ser madre o padre soltero?