No, te aseguro que no eres la única que ha pasado por este tipo de situaciones. Las mujeres introvertidas hemos sido acusadas de tímidas, de no atrevernos a hacer muchas cosas. La vergüenza ha sido parte de nuestra vida desde pequeñas. Sin embargo, al pasar de los años algunas cosas van cambiando.
A algunas personas nos cuesta bastante salir de nuestro estado de confort, por mucho que hayamos mejorado nuestras habilidades de interacción con la sociedad. En el pasado hay algunos momentos que nos encantaría borrar. Las cosas malas de nuestro pasado siempre hay que agarrarlas para intentar mejorar el presente. Reprimirnos no nos sirve de nada, así que cambiemos la forma en la que vemos nuestra timidez.
Tomemos con mucho humor este tipo de cosas que la mayor parte del tiempo nos han pasado, quizás aún sigan pasando. No hay nada de qué avergonzarnos, esto es parte de nuestro encanto. Si lo viviste, recuérdalo de una buena forma. La vida no debe de tomarse demasiado en serio, de esa forma no se avanza.
Tu intervención en la conversación
¿Te ha pasado? Todo el mundo comienza a hablar y a discutir acerca de un tema y no puedes encontrar el momento en el cual intervenir en la conversación.Hay veces que incluso te has quedado callada. ¿Sería buena idea tomar turnos? Al final, terminas haciendo un movimiento extraño donde tragas aire y mueves la cabeza.
Disimula, ¡disimula!
Los nervios cuando pasas al frente de una clase o el simple hecho de hablar con una persona nueva. Te sudan las manos tus piernas flaquean, ya no sabes cómo dejar de moverte para que no se note que estás nerviosa. Te mueves tanto, que podrías comenzar una coreografía.
Cuando te presentan a alguien que te gusta
Tu cara de espanto, podría aparecer en una película. Se te traba la lengua, ves hacia todos lados y ni hablar del hoyo en el esóomago o la hiperventilación.
Tienes vergüenza ajena
Cuando alguien comienza a hacer algo gracioso, sólo puedes pensar: “¡Qué horror! ¿No se dará cuenta de que se ve ridículo?”. Mientras muchas personas toman con mucho humor lo que hacen, tú vives en un estado de ridículo constante.
Odias ser el centro de atención
Cumpleaños, fiestas, cualquier evento en el que tus familiares o amigos te pongan al centro o te presten demasiada atención, no sabes como controlarlo. Tu reacción es sonreír hasta que pase.
Cuando se te traba la lengua
Estás hablando con alguien especial y, de repente, entre tus gestos y balbuceos… ¡No se te entiende absolutamente nada!
Tu espacio personal
Cuando alguien se te acerca y propasa tu espacio personal, sólo puedes empezar a echarte para atrás. No comprendes qué tienen las personas con la cercanía. ¿Acaso no comprende que está siendo muy incómodo?
Cuando te recuerdan lo tímida que eres
Es odioso. ¿Acaso tú les recuerdas sus defectos? No soportas ese tipo de comentarios… por mucho que sean ciertos.
¿Bailar?… ¡Ni pensarlo!
Esa alegría y emoción de muchas personas de bailar o a hacer algo en público no es lo tuyo.
Cuando hablan de sexo
Toda chica tímida ha pasado por las pláticas de amigas donde ya no sabe dónde meterse para que nadie escuche la conversación de sus amigas. ¿Acaso tienen que hablar de sus intimidades en público? ¡¡¿Por qué lo hacen?!!
Recibir cumplidos es incómodo
Cuando alguien te hace algún cumplido, no sabes como reaccionar. ¡Es tan incómodo!
Rojo es tu color
Porque vives todo el día sonrojádote, veámosle el lado bueno: ¡No tienes que gastar en rubor!
La chica común
Prefieres vestirte para no llamar la atención, eres la chica que no le gusta usar colores estridentes ni cortes de cabello muy diferentes, prefieres pasar desapercibida. Consejo: relájate un poco de vez en cuando
No a pedir
No te agrada tener que ser la que pide primero en un bar o un restaurante. Si eres de las que no le gusta hacer esto, ¡realmente eres una mujer muy tímida!
Tu encanto deslumbra
Lo creas o no, los chicos aman esta parte de tener un halo de misterio a tu alrededor. Y eso es lo que te hace más especial.
Tranquila, no tiene nada de malo ser tímida.
Siempre y cuando busques salir de tu zona de confort constantemente. ¡Esto es algo que hasta los extrovertidos deben hacer!