Síndrome Fortunata: amar a un hombre prohibido

¿Por qué será que lo prohibido siempre llama más la atención? Para algunas mujeres encontrar el amor siempre se presenta en la figura de un hombre prohibido. Lamentablemente, para estas mujeres es algo natural, al parecer no es algo que buscan. Sin embargo, la historia se sigue repitiendo una y otra vez. ¿Qué es lo que les pasa a estas mujeres? ¿Lo hacen a propósito? ¿Cuál es el problema?

El síndrome Fortunata

El nombre de este síndrome viene de una novela de Benito Pérez Galdós, titulada Fortunata y Jacinta. Se trata de la historia de amor entre Juanito Santa Cruz y dos mujeres: Jacinta y Fortunata, la esposa y la amante. Esta historia tiene una gran profundidad psicológica, nos deja entrar en la mente de las mujeres adictas a sostener relaciones con hombres casados. De ahí el nombre síndrome Fortunata.

Características de las mujeres con este síndrome

No es un trastorno ni una enfermedad, simplemente es una condición por la que se ven arrastradas muchas chicas. El amor prohibido de un hombre lo es todo para ellas. Estas son algunas características que las chicas que padecen este síndrome.

  • Experimentan un amor fuerte e incondicional hacia un hombre que tiene compromisos.
  • No son capaces de sentir algo por hombres disponibles.
  • Son chicas dispuestas a hacer lo que sea, literalmente, para complacer a la persona que aman.
  • Están convencidas de que la vida no vale la pena sin ese hombre.
  • Desean tener hijos con el hombre en cuestión.
  • Creen que tienen derecho al hombre, más que sus esposas o compañeras amorosas.
  • Sienten pena por la mujer engañada.
  • Fantasean con el futuro al lado de él.

¿Qué es lo que pasa con estas mujeres?

¿Has escuchado del complejo de Edipo? Este es el primer triángulo amoroso que se presenta en la vida de muchos niños. Es cuando inconscientemente se “enamoran” de sus madres y quisieran ocupar el lugar del padre en la casa. De esta forma el niño quiere desplazar al padre y la hija a la madre. Claro que esto se da de una forma inconsciente. Ahora bien, al crecer si el complejo de Edipo se superó, la pareja que escogemos en el mundo adulto tendrá rasgos sanos. No obstante, cuando este no se supera, se recrea con algunas de las condiciones de ese primer triángulo amoroso. Es entonces cuando la mujer, se siente atraída por los hombres casados como lo era su padre. Además, hará de la pareja de ese hombre la fuente de todas sus frustraciones, como ocurría con su madre.

Otros pormenores

Cuando una mujer sufre del síndrome de Fortunata suele notarse en su carácter.

  • Son chicas muy inseguras de sí mismas con dificultades para valorarse.
  • Su educación muy probablemente fue guiada a través de patrones de dependencia.
  • Suelen darle valor al “sacrificio” que hacen y lo muestran cómo un símbolo de amor.
  • Sobrevolaran el amor y lo ven como una fuente de redención para cualquier sufrimiento.