Síndrome de Procusto: afecta a tu vida más de lo que imaginas

Seguro has notado que la sociedad en que nos desenvolvemos día con día se caracteriza porque todos siempre queremos sobresalir por encima de los demás. No nos importa si se trata de nuestros amigos más cercanos, pareja o incluso la familia. Debido a que siempre buscamos mejorar, otros pueden sentir que rivalizamos con ellos en diferentes situaciones. Quienes se sienten amenazados procurarán frenar a quien sobresale. A esto se le conoce como Síndrome de Procusto, te cuento más de ello.

Presión por todos lados

Es extraño, pero si lo analizamos bien, recibimos presión por todos lados. Primero sentimos presión por no quedarnos rezagados y luchar por sobresalir de entre muchos. Por otra parte, cuando somos buenos en nuestra área y sobresalimos, habrá personas que se sientan incómodas con lo que hemos logrado y buscarán la manera de opacarnos a como dé lugar. ¿Te ha pasado?

Síndrome de Procusto, ¿qué es?

Es una característica que poseen algunas personas o empresas. Sienten que tienen el deber de rechazar a las personas que ven como peligro para su persona o empresa. ¿Peligro? Sí, cuando ven que la persona es alguien que puede superarle o cuestionarle (de acuerdo a sus creencias). Entonces tratarán de frenarla y a menudo toman actitudes o acciones discriminatorias o de acoso. Si la persona “peligrosa” da ideas de proactividad o creatividad, siempre le buscan un pero para no tomar en cuenta su punto de vista.

¿Quién lo manifiesta?

Las personas que presentan este síndrome sienten que no tienen el control de su vida. También las que se sienten frustradas con lo que tienen y lo que no. Lo curioso es que incluso quienes tienen una autoestima alta, casi narcisista, caen en esa actitud. Hay quienes lo hacen con toda la consciencia del mundo, mientras que otros lo hacen sin tener idea de ello. Quienes lo hacen con toda la intención, buscan la forma de dañar a otro. Los segundos, creen que su punto de vista está bien y los demás tienen que ceder a ello.

¿Por qué se le llama así?

Se le llama síndrome de Procusto por el personaje griego Procusto, también conocido como Damastes. Hijo de Poseidón, Procusto se mostraba amable con los viajeros que llegaban a su morada. Por la noche, amordazaba a los visitantes para medirlos en una cama de hierro. Si los visitantes sobresalían de la cama, cortaba lo que sobraba. En caso de que les quedara grande la cama, les rompía los huesos para adaptarlos a la medida de su cama. Buscaba que todos se ajustaran a la medida que él deseaba. La moraleja de esta historia, es que hay personas que siempre quieren que todo se haga de una manera, dejando de lado que a veces las cosas pueden salir bien sin necesidad de que se siga un molde único.

Pasa en todos lados

Por desgracia, este síndrome se hace presente en todos los ámbitos de tu vida. En la escuela, por ejemplo, no faltan los compañeros que te ven mal cuando te esfuerzas demasiado en la escuela. Incluso los propios maestros llegan a verte como un “problema” con el que muchas veces no quieren lidiar. Cuando te das cuenta, tratas de hacer algo para no sobresalir y ser aceptado por tus compañeros, pero no funciona.

En el trabajo

Cuando llegas a un trabajo y haces tu trabajo bien, se nota. A algunos les dará gusto, mientras que a otros parece que les causa dolor de cabeza. Te ven como su principal rival y hacen todo lo posible por hacerte quedar mal. La forma en la que se dirigen a ti es hipócrita, cuando su única finalidad es joderte de cierta manera. Cada vez que pueden, tratan de evidenciarte para hacerte quedar mal ante tu jefe o demás compañeros. También suelen demeritar tu trabajo y cada vez que pueden se apropian de tus ideas, con el fin de verse ellos como los creativos u originales. El ambiente de trabajo suele ser tenso.

Imagina si eso puede pasar en el ámbito laboral o escolar, ¿qué puedes esperar si se trata del personal? La verdad es que no es nada sano convivir con alguien que siempre te verá como un rival. Es desgastante y además roba tu energía. Lo mejor es mantenerte al margen para que puedas disfrutar de tu vida sin tener que lidiar con alguien así.