Muchas veces nos han hecho creer que el amor verdadero todo lo puede. Nos dicen que si de verdad amamos a alguien podremos superar cualquier adversidad y eso puede ser cierto. Sin embargo, también dicen que todos tenemos un límite y cuando llegamos a ese ya no hay marcha atrás. Si la paciencia acaba, ¿también se acaba el amor? Al parecer eso sí es posible.
El amor no lo es todo
Podrás estar muy enamorada, pero otro de los aspectos más importantes dentro de una relación es la paciencia. Ésta permite sobrellevar algunas situaciones que podrían no ser de nuestro completo agrado, sin dañar la relación. La paciencia nos ayuda a entender al otro y pensar un poco antes de actuar de manera impulsiva. El problema es que no siempre tenemos paciencia y conforme pasa el tiempo podemos irla perdiendo. Si eso pasa, muchas cosas podrían estar en riesgo, como la relación.
Al perderse la paciencia…
Uno se vuelve intolerante, irritable y la frustración se hace presente. Si notamos que la pareja simplemente no deja atrás algunos comportamientos o acciones que sabe no son buenos para la relación, todo se va volviendo un desafío. Comienza a haber tensión en la relación y con el paso del tiempo sólo quedará cansancio en vez de entusiasmo. Si eso pasa, sólo esperamos lo peor y ya no hay motivación alguna para que la relación se mantenga.
Cómo cultivar la paciencia
- No te claves en el pasado. Puede que haya decepciones, pero nadie te ha obligado a permanecer ahí. Si estás en esa relación, deja el pasado atrás y enfócate en lo que tienen ahora.
- Nada es personal. Entiende que tu pareja hace cosas y no siempre es para dañarte o hacerte sentir mal. Aprende a entender.
- Límites. Son básicos en una relación y con ellos dejamos en claro lo que queremos y estamos dispuestos a dar. La comunicación es la clave para saber lo que ambos desean de su relación.
