Comportamientos con los que debes terminar, si de verdad quieres ser feliz

Muchas veces decimos que somos felices, porque hacemos cosas que nos gustan o porque pasamos tiempo con las personas que amamos. Sí, eso nos indica que nos sentimos bien con nosotras mismas. Pero hay otras tantas cosas que realmente deben importarte si quieres ser feliz. Recuerda que lo más importante es que te sientas bien contigo pero no sólo eso, sino que también lo demuestres, por tu propia salud mental.

Celos

Es algo que todas hemos vivido alguna vez, ya sea porque nosotras tenemos la actitud celosa o alguien más la tiene hacia nuestra persona. Sin embargo, en cualquiera de los dos casos no está bien. En un principio podrías pensar que cuando un hombre te cela, es porque te quiere de verdad, porque le interesas y porque de esa manera demuestra que eres lo más importante para él. Sin embargo, los celos no tienen nada de eso. Más bien son conductas posesivas que el otro ejerce en ti. Lo mismo pasa si tú eres la celosa. No confías en tu pareja, piensas que los comportamientos infantiles le agradan y que por eso te puede querer un poquito más. Sin embargo, los celos son dañinos para la relación. Lo mejor es que confíes en ti misma, que mejores tu autoestima y así nada ni nadie podrá afectar tu paz mental.

Miedo

Olvídate del miedo a hacer esas cosas que tanto te gustan. Deja de pensar en lo que podría pasar, porque puede ser que no pase. Si quieres ser feliz, aviéntate a hacer todas esas cosas que te gustan. No olvides que el miedo te detendrá a hacer muchas cosas que podrían darle más felicidad a tu vida.

Inseguridad

Trabaja en ti, trabaja en tus miedos, en tus dudas. La inseguridad te detendrá y eso no es bueno para ti. Para ser feliz debes olvidarte de eso, confía en ti y trabaja para ser una mujer más fuerte día con día.

Patrones familiares

La familia es importante para muchas de nosotras, pero hay que reconocer que a veces es tóxica para nuestro crecimiento. Si eres un poco crítica, verás con otros ojos a tu familia y te darás cuenta que no son seres perfectos, que tienen errores que han venido arrastrando generación con generación. Por ejemplo, si tu abuela es la única que se ha encargado de llevar adelante la casa, puede que no sea porque tu abuelo no quiso ayudar. Más bien, es porque tu abuela quiere tener el control de todo. Piensa que si las cosas no se hacen como ella dice, no saldrán. Ahora, si notas lo mismo en tu madre, ten cuidado, pues es un comportamiento que podría continuar contigo. Obviamente puedes hacer algo al respecto para cambiar esa solución.

¿De verdad quieres ser feliz? ¡El cambio está en ti!