Sé que me ama pero no soy la “indicada”

Sé que me ama, me apoya, hemos crecido juntos durante seis años. Sé que el amor que siente por mí es verdadero, pero a veces eso no determina que una persona quiera quedarse contigo el resto de su vida.

Lo he sabido desde hace mucho tiempo

Nos enamoramos hace mucho tiempo ya, seis años no es cualquier cosa. Sin embargo, hay algo que afecta las relaciones y no se trata del tiempo. Con los años he aprendido que no solo el amor de pareja importa. Lo que pasa dentro de mi relación ahora es bastante evidente. Apenas salimos de la universidad, hemos pasado gran parte de nuestra adolescencia juntos, creciendo y tomados de la mano. El problema es que a veces la persona con la que creces es solo para crecer.

Proyectos personales

Por un tiempo puedes hacer sacrificios que al principio no se ven como nada. Dejar de salir a fiestas con las amigas y quedarte en casa de sus padres viendo una película. Dejar de lado el festival escolar porque los ensayos no te dejan verlo. Sin embargo, conforme pasan los años los sacrificios se vuelven cada vez más grandes. Las responsabilidades comienzan a aparecer y las decisiones que antes solo cambiaban el estatus que tienes en la escuela ahora determinan los pasos de tu futuro y las cosas se tornan un tanto más complicadas.

Statu quo

Hace unos años hicimos la promesa de apoyarnos y seguir juntos sin importar nada. Esa promesa fue real en su momento. Sin embargo, conforme han pasado los años, esa promesa se ha convertido en una cadena que cada día pesa más y más. Si bien estoy dispuesta a mudarme a otro estado para que el pueda estudiar, parte de mí se pregunta si vale la pena que deje un par de sueños por él.

Sin otros novios ni experiencias extras

El problema de las relaciones que comienzan en la adolescencia es que resulta imposible que germinen del todo bien. Algunos afortunados lo logran y hoy sé que no voy a ser una de ellos. Cuento con la experiencia de dos cuasi novios y un novio de seis años. He besado a un total de a siete personas en mi vida y solo he tenido sexo con una. Al lado de varias de mis amigas tengo la experiencia de un infante y no es que eso me moleste. Al final, mi relación ha sido más verdadera que muchas de las relaciones tóxicas en las que ellas se han embarcado.

Lo amo, pero sé que tengo que empezar a vivir por mí

Desde hace un tiempo tengo este pensamiento, pero nunca lo he llevado completamente a la realidad. Sé que debería vivir por mí aun estando con él. Sin embargo, últimamente muchas cosas pasan por mi mente. Sé que el está dispuesto a luchar por la relación, pero el sentimiento que nos hacía pensar que íbamos a durar para siempre ya no existe. Hoy, ambos queremos nuevas experiencia, tiempo para hacer lo que no hemos hecho, pero ninguno quiere romper esta relación que tanto hemos amado.

Lo siento en sus manos

Ese roce de amor que pasó de romántico a ser solo dos personas que se aman pero ya no tienen un futuro juntos. Creo que solo las personas que lo han experimentado entenderán de lo que hablo. Es la forma en la que me habla, me abraza como si fuera su todo. Él ama el recuerdo de lo que fuimos, pero hoy sé que es tiempo de terminar con esta relación. El hombre que amé ya no existe, y me duele ver que intente serlo. 

Sé que me ama, pero no quiere estar conmigo el resto de su vida

Y estoy en paz con esa decisión. Ya ha pasado el tiempo de estar con él y debemos dejar de forzar las cosas. El amor se transforma con el tiempo. Para algunos, el amor pasa a ser esa compañía que dura toda la vida; para otros, ese gran amor se convierte en uno de los mejores recuerdos de nuestra vida. Esto será él para mí: el recuerdo de mi gran primer amor. El sueño de vivir felices por siempre no es para nosotros, pero estoy feliz. Porque hoy por fin después de mucho tiempo comienzo a sentirme libre de nuevo. 

Él no quiere estar conmigo por el resto de su vida, aún hay muchas cosas por delante de cada uno. Y si estás pasando por una situación similar, te prometo que no hay nada que temer. Con el tiempo la rutina se romperá, conocerás más personas, vivirás más experiencias y un día verás hacia atrás y apreciarás haber tenido un primer amor como el que tuviste.