El embarazo tiene muchas etapas, unas muy lindas y otras… bueno, no tanto. Y por salud tuya y la de tu bebé es muy importante que te mantengas relajada durante las etapas no tan agradables. De hecho, si reduces los niveles de estrés lo más posible; lo más probable es que el parto no tenga ningún contratiempo. Así que para que el estrés y todos los cambios no sean un obstáculo en tu camino, relájate durante el embarazo con estas técnicas infalibles.
10 minutos al día, todos los días
Este es un ejercicio de relajación de las técnicas de meditación. Se trata de cerrar los ojos y concentrarse en la respiración, en el aire que entra y sale por la nariz. Poco a poco, imagina que la tensión se desliza desde los hombros y que, con cada respiración, te sientes más ligera. Obviamente no es tan fácil dejar la mente en blanco. De hecho, te digo desde ahorita que si el primer día logras cinco segundos en blanco completamente ¡vas muy bien! El punto es que te concentres en la respiración, poco a poco. Si llega un pensamiento, déjalo pasar y sigue respirando. Así todos los días, durante 10 minutos. Verás que poco a poco lograrás más resultados y será un momento para ti y nadie más.
Mantras para que repitas todos los días
Aunque no creas mucho en esto de la meditación y todo lo relacionado a ella, está científicamente comprobado que la mente es muy poderosa, a grado tal, que lo que te repites todos los días, se vuelve realidad. Así que usaremos esta fuerza para que te relajes cambiando de actitud. No te sumerjas en una montaña de obligaciones y aprende a hacer una cosa a la vez. Cuando estás tranquila, piensas mejor y por lo tanto, afrontas las situaciones de manera acertada. Y si te sientes cansada y estresada, ¡por favor, haz una pausa! Cada momento que tengas para descansar ¡aprovéchalo! No es necesario que te recuestes en la cama, puedes relajarte cruzando los brazos y apoyando la cabeza en una mesa por unos minutos. Cierra los ojos y vete por un momento. Verás cómo si funciona.
Comparte tus preocupaciones
Las preocupaciones que guardamos son como poner monedas a un costal que tarde o temprano reventará… Y cuando estás embarazada, todo se multiplica. Así que por mínima que sea una inquietud que tengas, no dudes en platicarla. Te prometo que no eres la única que ha pasado por ese trance, ni la última. Así que apóyate en tu mamá, amigas, hermana, primas, marido… quien esté disponible. El punto es que no olvides que tu bienestar y el de tu bebé son lo más importante. Y cuando hablas los asuntos, te sorprenderá cómo todo fluye mejor. Tip: hay muchos grupos de mujeres embarazadas que se juntan a platicar con este propósito, así que busca uno que te quede cerca y sácale provecho.