¿Quieres saber por qué los hombres son tan morbosos?, te lo explico

A todas las mujeres nos encantaría saber qué es lo que pasa con los hombres. ¿Por qué todo el tiempo tienen que voltear a ver a cuanta mujer cruza por su camino? Y si nos ven, ¿por qué su mirada va directamente a nuestro trasero o busto? Si quieres saber por qué los hombre son tan morbosos, sigue leyendo…

Los hombres son muy visuales

A las mujeres nos molesta mucho que los hombres volteen a ver a cuanta mujer se les atraviesa. Lamentablemente, esto es parte de su instinto y es muy difícil que racionalicen para dejar de hacerlo. Los hombres están genéticamente predispuestos a mirar atractiva a la mujer con muchas curvas. Es una reacción super natural. A todas nos han volteado a ver, lo hemos experimentado pues es una reacción que los hombres tienen todos los días. Esto no quiere decir que ellos quieran abalanzarse sobre toda chica que miran. En cuanto la mujer deja de estar en su campo visual esta desaparece.

Y por qué chiflan

Es sumamente irritante para la mayoría de las mujeres ser acosadas en la calle por un par de chiflidos. No sabemos quién les dijo que era algo aceptable. De hecho, es algo muy fastidioso para nosotras y, sin embargo, ellos siguen haciéndolo. ¿Qué pasa por su mente cuando lo hacen? Quizás la respuesta más factible es que no están pensando. En realidad, los hombres cuando quedan embobados al ver a una mujer guapa, dejan de usar la cabeza. De hecho, hay estudios que comprueban que su intelecto se ve reducido cuando se vuelven locos por una mujer. Se ha visto en ciertas pruebas que mientras más se sientan atraídos por una chica guapa podrían: reprobar un examen, disminuir su rendimiento laboral, olvidar su dirección y cosas muy vitales momentáneamente.

Es muy triste, pero al parecer no pueden evitarlo. Claro que hay grados, en este mundo hay todo tipo de hombres. Debe haber algo en su educación que los haga más o menos conscientes de lo que hacen. Al final todas esas manías de chiflar o de hacer ruidos no son más que para llamar la atención, aunque a ninguna mujer nos guste. En parte, la solución está en nuestras manos. Es preciso enseñar a los niños a tratar a las mujeres con respeto. Así, de adultos podremos asegurar que este comportamiento se erradique, aunque sigan volteando a ver a las mujeres pues eso es algo muy natural.