Qué te hace pensar que tú serás la salvadora de ese hombre que no quiere cambiar

Muchas veces he escuchado a diferentes mujeres quejarse de que están con un hombre miedoso, o que no sabe qué quiere en la vida. Otras dicen que ese hombre es infeliz o que si las quiere pero aún no está seguro de dar el siguiente paso. ¿Qué tienen todas ellas en común? Siempre están dispuestas a dar todo con tal de ver feliz a ese hombre y creen que ellas tendrán la pócima secreta para que él cambie. Sí, no voy a negar que yo también en algún momento me sentí con los poderes necesarios para ser la salvadora de ese hombre que yo creía amar. Sin embargo todo estaba mal, muy mal.

Lo primero es el amor propio

Ahora, después de varios trancazos y aprendizajes, me queda claro que cuando tienes el autoestima elevada no te relacionas con cualquiera. Al menos no con gente que te robe más de lo que puede ofrecerte. Obviamente si te relacionas con una persona tan inestable, hay una sola respuesta: tú también lo estás y buscas complementar tu falta de algo con la otra persona.

No eres salvadora de ese hombre

Es importante que te quede claro que jamás debes relacionarte con alguien con la esperanza de ser su salvadora. Jamás podrás rescatar a nadie que no quiera ser rescatado. Muchas mujeres dicen “yo haré que él cambie” o “si de verdad me ama, va a hacer todo lo que yo le pida para que esté bien”. De verdad, si en todo este tiempo ese hombre no ha cambiado o mejorado es porque no quiere. No porque ustedes no estaban en su vida. Cuando alguien decide cambiar (para bien o para mal) lo hace sólo porque así lo ha decidido, no porque tú o alguien más se lo diga. Así que deja de pensar que por ti van a hacer algo que no quieren hacer. Lo que sí puedes hacer es ser el apoyo de esa persona, porque sin duda cuando deciden cambiar, no será un terreno nada fácil y es mejor estar acompañado.

Por otra parte, para que dejes de sentirte salvadora de ese hombre o de cualquier otra persona, trabaja en ti para ser mejor tú. Enfócate en ti, en tu bienestar y rodéate de todo lo que te dé tranquilidad, felicidad y alegría.