No podemos negar que mamá tiene un papel muy importante en nuestras vidas, sin importar si somos hombres o mujeres. Mamá se encarga de guiarnos y mostrarnos el mejor camino para vivir. Aunque a veces no escuchemos todos los consejos que nos da. Las cosas cambian cuando nosotras nos convertimos en madres y sin duda, mamá nos acompañará en esta nueva travesía. El problema comienza cuando no marcamos un límite y ella termina convirtiéndose en la única autoridad para educar a tus hijos.
Que sí está permitido
- Tu mamá puede darte todos los consejos sobre crianza. De ti dependerá cuáles te funcionan y cuáles no. Considera que tú vas a educar a tus hijos en una época completamente diferente a la época en la que tú fuiste educada. Lo mismo pasa con la forma en que te educó. Si ella llegó a pegarte, tú decides si rompes el patrón con tus hijos o continúa esa cadenita dañina.
- Mamá puede ser ese brazo extra que necesitarás para cuidar de tus hijos unos minutos en lo que te bañas o para ir al baño.
- Durante las primeras semanas del nacimiento de tu bebé, mamá es un gran apoyo. Ella te comparte su experiencia y tú vas analizando qué te funciona.
- Mamá puede darte comentarios sobre lo que estás haciendo. Tú decides si cambias las cosas de acuerdo a sus consejos o no.
- Ella puede apoyar las reglas que ustedes como padres decidan que son lo mejor para sus hijos. Puede sugerir mejoras, pero de eso a querer imponer su voluntad es completamente diferente.
Qué cosas NO debes permitirle a mamá
- Evita que tu mamá sea la que tome decisiones importantes sobre la vida de tus hijos. Por ejemplo, cómo se llamarán, en dónde vivirán o qué alimentación llevarán.
- Tampoco debes permitir que ella sea quien les llame la atención a tus hijos cuando hagan algo mal. Los que va a elegir cómo educar (o no) a sus hijos, son sus padres.