Aunque no lo creas, hay muchas cosas que puedes decir tanto en el sexo como un funeral. Pareciera que nada tiene que ver una cosa con la otra, pero es todo lo contrario. ¡Hay más similitudes de las que imaginas! Seguramente tú has dicho más de una de estas frases en cualquiera de las situaciones.
“Esto ha pasado tan deprisa que no he tenido tiempo de asimilarlo”.
“Se fue demasiado pronto”.
“Es raro… siempre creí que duraría más tiempo”.
“Es tan triste que haya venido tan poca gente”.
“Fue precioso mientras duró, pero tenemos que saber decir adiós”.
“Ojalá no hubieses traído a los niños, no sé cómo vamos a explicarles todo esto”.
“Si solamente hubiera tenido cinco minutos más”.
“El cementerio está precioso en esta época del año”.
“A ver cuándo nos vemos para tomar un café y no siempre para estas cosas”.
“Tengo la mano hecha polvo de tanto apretársela a la gente”.
“Esto duele demasiado”.
“No pasa nada si lloras”.
“Gracias a Dios fue rápido el final”.
“Esto es tan duro”.
“Por suerte el servicio no duró demasiado”.
“Ten un pañuelo”.
“Parece que está dormida”.
“Sólo espero que no se despierte y empiece a chillar”.
“Esto no tenía que ser así”.
“¿Crees que deberíamos enterrarla más profundo?”.
“Si el dolor es insoportable, está bien que cierres los ojos e intentes pensar en un lugar agradable. Algo así va a doler durante mucho tiempo”.
“Aguantó todo lo que pudo”.
“Ojalá hubiesen tapado a la abuela, me está haciendo sentir muy violento”.
“A veces los más pequeños son los más duros”.
“No puedo esperar al día en que llegue mi turno”.
“Lo siento”.
“No llores, sólo piensa en los buenos momentos”.
“Muchas gracias por todo”.
“18… demasiado joven…”.
“No pienso pagar por esto”.
“Mierda, voy a ir a la cárcel por esto”.