Muchas cosas han querido saber los hombres acerca del modo en que nosotras llevamos la vida. Créeme, la mayoría de mis amigos, hasta hace unos años, eran hombres. Desde que tengo uso de razón, siempre me ha sido más fácil llevarme bien con ellos, en lugar de estar entre puras chicas. Tal vez por eso es que no me cuesta trabajo entenderlos y saber por qué actúan de cierta forma ante una situación. Luego de muchos años, comencé a relacionarme con mujeres hasta lograr entablar amistad. Ahora, puedo presumir que conozco ambas partes y a petición de mis amigos, he hecho esto. Aquí, revelado para todos los curiosos, lo que nosotras disfrutamos pero a veces sólo nos atrevemos a hablar con nuestras amigas.
El juego previo
Para todas nosotras es indispensable el juego previo. Está bien que tengamos deseo y queramos disfrutar de la intimidad con la pareja. Sin embargo, sabemos que para disfrutar no se trata sólo de “mete/saca”. ¡No! Es algo más, en donde obviamente interviene el juego previo. Por ahí escuché alguna vez que las mujeres recibimos la primera estimulación por medio del cerebro. Los besos, las caricias, las palabras, todo eso ayuda a que poco a poco se encienda nuestro lado hot y ahora sí, ¡manos a la obra! Si eres hombre y estás leyendo esto, piénsalo dos veces antes de querer iniciar luego luego con la penetración. Eso no es nada cautivador para nosotras, al contrario, te hará ver como un completo idiota.
Lado perverso
Muchas de nosotras nos mostramos muy serias o tranquilas en público, pero en la cama, nos transformamos por completo. Una cosa no tiene nada que ver con la otra y obviamente no tenemos por qué ser juzgadas. Somos libres de disfrutar nuestra sexualidad como más nos plazca. Habrá veces en que lo cursi sea nuestro punto débil; mientras que en otros momentos querremos ser las más rudas o perversas para seducir. No te sorprendas si escuchas a tu chica hablarte de manera “sucia”, eso la excita y la está metiendo en su papel de disfrute total. Sólo déjala y disfruta de esa sesión.
Sexo rudo
Independientemente del juego previo, hay veces en que disfrutamos de las caricias y los besos mimosos durante el sexo. Pero también hay otros momentos en los que nos excita más que nos hablen rudo o que nos jalen el cabello. Sí, parece una locura (¡cómo es posible que la mujer que todos los días grita cuando se jala el cabello al cepillarlo me pide que le jale el cabello!). Bueno, eso pasa en realidad y lo disfrutamos mucho, al igual que las nalgadas o esas mordiditas que en el momento se sienten tan bien como cuando comes ese platillo que vuelve loco a tu paladar.
Sentir la piel desnuda de la persona amada
Entre las cosas que han querido saber, también está la importancia del roce de las pieles. El hecho de que sean hombres no significa que no procuren su imagen. Tocar una piel suave es agradable, caso contrario cuando la piel está rasposa. No importa que ya seamos su pareja, cuiden su imagen, báñense y perfumen su piel. Eso es muy agradable para nosotras y el sexo se disfruta más.
Ser sumisa o dominante, todo lo que han querido saber
Dentro del sexo rudo o romántico, entra la parte en la que a veces disfrutamos que nuestra pareja sea quien tenga el control. En otros momentos nosotras somos las que adoramos tener el control y ver a nuestro chico gemir de placer, pidiendo un poco de piedad.