¿Alguna vez te has preguntado por qué lloras de risa? Todo lo que suceda en nuestro cuerpo tiene una explicación científica. ¡Me encanta!
¿Quieres saber por qué lloras de risa?
Jajaja. ¡Ay, solo de ver el gif me da risa! A mí me fascina reír y cuando la risa me hace llorar me parece algo fenomenal e incomprensible. ¿Por qué pasa eso? Sucede que las emociones hacen que nuestro cuerpo reaccione con un gesto, ¿cierto? Es decir, si estás feliz, sonríes; si te enojas, frunces el ceño y si estás triste, haces pucheros (o eso se supone que debe hacer tu rostro), pero no siempre es así. A veces tu emoción es tanta, que tu cuerpo parece enloquecer y tus gestos hacen lo que harían con una emoción opuesta a la de ese momento. Un artículo de la doctora Oriana R. Aragón, psicóloga de la Universidad de Yale, nos explica por qué enloquecen estas expresiones.
Equilibrio emocional
Por ejemplo, dice que cuando lloras de emoción (positiva) al ver una película, la respuesta de tu cuerpo está sirviendo como mecanismo de expresión que ayuda a regular tu extrema emoción.
¡Me lo como!
Durante la investigación, los participantes observaron fotografías de bebés. Ellos dijeron que querían cuidarlos y protegerlos pero también tuvieron una reacción “agresiva”, pues decían que querían pellizcar sus cachetes y querían “comérselos”. Esa frase es muy común cuando te mueres de ternura, ¿no?: “¡Me lo como!”. Las personas que tuvieron estas respuestas “agresivas”, cinco minutos después aumentaba su sentimiento positivo. A los investigadores esto les sugirió que las emociones negativas fungen como moderador de las emociones positivas tan intensas. Así vuelven a un equilibrio emocional.
En busca de equilibrio
Entonces la risa nerviosa o los gritos al enojarse son ejemplos de cómo nuestro cuerpo reacciona a las emociones intensas para equilibrarse.
Controlar las emociones
Oriana explica que “estos conocimientos incrementan nuestra comprensión de cómo la gente expresa y controla sus emociones, lo que está relacionado de manera importante con la salud mental y física, con la calidad de las relaciones interpersonales e incluso con qué tan bien la gente trabaja junta”.
Está super interesante, ¿no crees? Ahora ya sabes por qué pareciera que estamos malitas de nuestras emociones. No es así, es nuestro cuerpo encontrando un equilibrio. Tiene sentido, ¿no? ¡Wow!