Olvida las discusiones con tu marido para siempre

Vivir en pareja es muy diferente a tener una relación a distancia. Después de todo, cuando te vas a vivir con tu pareja la preocupación de cómo será la convivencia siempre sale a relucir. Es muy complejo, pues la relación cambia desde el momento en que comparten el departamento. Por una parte, podrían convertirse en la mejor pareja; por otra, él se puede convertir en ese molesto roomie al que no quieres verle la cara. De una vez por todas olvida las discusiones con tu marido. Te comparto la clave para que olvides los conflictos en casa. Según un estudio reciente, la mayoría de las parejas que menos discute tiene una mejor calidad de vida.

Dividan las tareas del hogar

Así es, nada de cenas románticas ni preparar su cena favorita para calmar las aguas. Si vas a deshacerte del problema que sea de raíz. En realidad las parejas primerizas tienen muchos problemas de “administración” en el hogar. Estos típicos pleitos por cuestiones como no lavar los trastes o por barrer “como señora mal pagada” pueden destruir la relación. Por lo tanto, comiencen a dividirlas. Esta es la forma más sencilla de decirle adiós a las discusiones con tu marido. Por cierto, según recientes estudios, a los hombres les gusta compartir hacer la compra y las mujeres prefieren turnar el lavado de platos.

¿Cómo dividir las tareas?

Según un estudio realizado por los investigadores Daniel Carlson, Amanda Hiller y Sharon Sassler, las parejas que comparten las tareas del hogar tienen más relaciones sexuales. Sin embargo, otro estudio reveló que el tipo de tarea también influye en la felicidad de las pareja. Esto quizá es relevante en el sentido de que efectuar una tarea que no te gusta genera insatisfacción, que desencadena una pelea. Una  encuesta reciente de la Harvard Bussiness School mostró que 25% de las parejas ya divorciadas tenían graves desacuerdos sobre el trabajo doméstico que debía desempeñar cada uno.

Tranquila, no tienes que hacer todo en casa. Platica con tu pareja sobre qué labores les gusta más hacer y conforme a eso repártanlas. Y pueden turnarse las tareas más molestas, como ir a pagar las cuentas. Dile adiós a las discusiones con tu marido de una vez por todas.