Ninguna de nosotras está obligada a estar con alguien a quien no ama o ha dejado de amar. No existe algo más triste que estar con una pareja y sentirme sola. Sin embargo, qué ocurre para llegar a una situación así. ¿Qué pasa cuando llegas a un punto en el que todo el respeto, cariño, amor y tolerancia terminan?
Sentirme sola, teniéndote a mi lado
No existe nada más desagradable que despertar y saber que sigues ahí, a mi lado. No sé de qué manera comenzar el día y hacer todo más agradable a mi alrededor. Incluso realizar las labores del hogar me dan pereza. Si me he dado cuenta de que todo ya no fluye de una manera sana entre nosotros, no entiendo por qué no hago algo al respecto. Sé que ninguna persona está obligada a seguir con alguien a quien ya no ama o desea. Es por eso que he decidido replantearme la situación y tomar una decisión al respecto.
Tomar una decisión por muy difícil que sea
Cuando me he dado cuenta de que la relación ya no va a ningún lado, debo aceptar que lo mejor es continuar en solitario. De nada sirve estar con alguien que me hace sentir sola. Es desgastante seguir en una relación en donde tú das todo y la otra parte solo se sienta a recibir. No hay comprensión ni diálogo porque no hay una unión o amistad, y ese es el pilar que debe haber en una pareja.
El amor está dentro de mí
Cuando me doy cuenta de que la relación que tengo ya no va hacia ningún lado, lo mejor que puedo hacer es seguir mi camino. Debo enfocarme en mí y en cumplir los proyectos que tengo a futuro. Ya bastante tiempo dediqué a preocuparme por otro, ahora es turno de que me enfoque en mí misma. Es difícil, pero con el paso del tiempo comprenderé que la compañía más valiosa es la mía. Si estoy bien conmigo misma, podré estarlo con toda la gente que me rodea.