Novios eternos: cuando uno o los dos le temen al futuro

Tener pareja es muy lindo, pues compartes tus experiencias, pensamientos y muchas otras cosas (sonrisa pícara). Sin embargo, qué pasa cuando la relación ya es como de novios eternos. Seguro conoces a algunos que están en esa situación, o peor aún, ¡tú estás viviendo eso!

Qué tanto te importa tu relación

Lo primero que debes hacer es reflexionar acerca de qué tanto quieres o deseas estar con alguien. Tener una relación significa, como ya dije, compartir tu vida con otro. Si el sentimiento crece, lo más probable es que tengas la esperanza de hacer muchas otras cosas con tu pareja. El problema surge cuando el noviazgo sigue y sigue por mucho tiempo pero no hablan del futuro. No hablar de una vida o planes en conjunto hará que la relación se estanque, por así decirlo.

Miedo al presente

Muchas parejas evitan hablar de sus planes a futuro por miedo a perder el presente. Sin embargo, no hacerlo puede traer como consecuencia malinterpretaciones de lo que pasa en sus vidas. No es lo mismo decir que no se está listo para el matrimonio a reconocer que no cree en él. Y ni hablar de cuando uno de los dos confiesa que no proyecta un futuro con el otro. Si tu chico nunca da una respuesta, estás en un grave problema. Esperar a que el otro te invite a dar el siguiente paso es malo, pues quizá nunca suceda.

Eviten ser novios eternos

  • No se hagan falsas expectativas. Es mejor tener los pies bien puestos sobre la tierra. Para poder llegar a algo más, deben estar de acuerdo y a gusto con las decisiones que tomen en conjunto.
  • Digan qué esperan de la relación. Muchas parejas se detienen a decir lo que les gustaría por miedo a perder la relación. Sin embargo, no hacerlo podría llevarte a invertir mucho tiempo en algo que no tendrá futuro.
  • Equilibrio. Hablar de sus planes a futuro no significa que uno tenga que adaptarse por completo al otro. Se trata de que encuentren el equilibrio para llegar a un punto intermedio.
  • Cosa de dos. Para que la relación funcione los dos deben estar de acuerdo. No se trata de obligar o sentirte obligada, sino de hacerlo por gusto y decisión propia.

¿Conoces a alguien en esta situación?