No es tu trabajo hacerlo feliz

De la muchas cosas que he aprendido durante las relaciones amorosas que he tenido hay algo que hace poco logré vislumbrar: no es tu trabajo hacerlo feliz.

Suena incongruente. ¿Qué no se supone que busques la felicidad de tu pareja y que ambos se hagan felices? Me temo que esto solo aplica cuando los dos quieren ser dichosos, a eso me refiero.

Así está la situación

Young couple having relationship difficulties, shallow depth of field focus on foreground

Tu pareja parece distante. A pesar de que lo has consentido, has sido detallista y has estado al pendiente de él, nada parece funcionar. Te tengo una mala noticia. Quizá él te haya dicho que no eres la raíz del problema. De hecho, hasta pueden haber discutido sobre el estado de ánimo que ronda la relación últimamente. La realidad es que puede que tu pareja esté pasando por un mal momento por cierta situación, pero nada justifica que no intente salir adelante cuando le das la mano.

Sí ya pusiste tu granito de arena sin haber recibido más que su pesimismo como resultado, debes  aceptar que tu pareja no quiere mejorar. Vamos, no puedes obligar a alguien a ser feliz, si él quiere seguir siendo miserable.

Hay una fina línea entre lo que podemos y no podemos hacer por nuestra pareja, cuando atraviesa por un mal momento.

Nunca lo hagas

Concept of sexual frustration. Lovers ignore each other

Concept of sexual frustration. Lovers ignore each other

  • No es tu trabajo hacerlo feliz. Debes estar a su lado para cuando se presenten tiempos difíciles, pero si insiste en caer en la depresión no puedes darte el lujo de caer con él. Uno de los dos tiene que mantener la firmeza, dale un tiempo, pero si su actitud va de mal en peor no te desgastes. No puedes cambiar la mentalidad de las personas por más que quieras.
  • Ser su mamá. Tu pareja es un adulto, no tienes que preocuparte constantemente por preparar su comida, por recordarle qué tiene que hacer, hacer los deberes que le corresponden o mantenerlo como si fuera un niño pequeño. No eres su mamá, sino su pareja y por más que lo ames no lo debes malcriar.
  • Tener el control de la relación al 100%. No permitas que te deje tomar todas las decisiones, por algo son pareja. A donde saldrán, con quién, cuándo ir cuando no, en qué gastar el dinero o en qué no… Volvemos a lo mismo: es tu compañero de vida no tu hijo. Los dos deben poner su granito de arena.
  • Arreglar sus problemas. Se nos da mucho tratar de ser la heroína. Cuando tu pareja enfrente un problema y luche por salir adelante ayúdalo, pero si está sentado esperando a que le resuelvas la vida, corre hacia el otro lado. No es tu responsabilidad cargar con nadie, no te va a dejar avanzar.
  • Permanecer en una relación que te hace miserable. Eres humana, estar con una persona que no te está haciendo dichosa no es justo para ti. Mereces a un hombre que te haga feliz.

No hay forma de ayudar a quien no se quiere dejar ayudar. ¿No crees?