Antes no disfrutaba de la intimidad, pero no entendía la causa por la que eso pasaba. Hasta hace poco descubrí por qué las cosas no iban bien. Debido a la poca información que tenía, creía que era porque no había buena química con mis parejas, pero no se trataba de eso. Lo más curioso es que esas vivencias no las experimenté con una sola pareja, sino con varias. La ventaja es que ahora al saber la causa, he podido disfrutar de relaciones sexuales más placenteras, llenas de orgasmos y mucha pasión.
No disfrutaba la intimidad
En las películas es común ver parejas que después de unos besos o unas copas tienen sexo de una manera formidable. Ellas gozan a tal punto que alcanzan el orgasmo sin problema alguno. Ellos parecen máquinas insaciables que pueden tener más de dos encuentros en un solo rato. Ja, ja, ja, la verdad es otra. Nosotras no nos encendemos con sólo unos besos ni ellos son máquinas incansables. En la vida real, para disfrutar de un buen encuentro, se necesita mucho juego previo, comunicación y no tener miedo a probar experiencias nuevas. Parece fácil, pero yo lo he ido aprendiendo con el tiempo. Quiero compartir contigo mis experiencias fallidas para que tú puedas disfrutar del sexo sin problema alguno.
Experiencias negativas
Me quedó claro que no disfrutaba de la intimidad porque las primeras experiencias no habían sido tan buenas. Estuve con un chico que ni siquiera tuvo la intención de mostrarse un poco cariñoso. Él a lo que iba. La verdad es que me desilusionó. No era lo que yo esperaba y eso fue motivo para que creyera que el sexo iba a ser siempre así.
Estrés
Luego de un tiempo tuve otra relación más estable. Con ese chico compartí buenos y malos momentos. El sexo era increíble y la pasábamos muy bien dentro y fuera de la cama. Un día, quisimos tener un encuentro sexual y las cosas no salieron tan bien como siempre. Justo en ese tiempo yo tenía mucho estrés en el trabajo y eso mantenía mi mente ocupada en cosas que no debía. Estar enfocada en otros asuntos menos en el momento de disfrutar con mi pareja, ocasionó que no disfrutara del sexo. Obviamente en ese momento no pensé que fuera eso el problema.
No decir lo que quiero
Recuerdo que en mis primeros encuentros sexuales la experiencia era nula. Tenía idea de cómo hacer las cosas gracias a las películas. La cuestión es que en las películas, las parejas jamás hablan o piden algo específico. Yo no sabía que podía decir qué sí y cómo. Poco a poco lo he ido aprendiendo y he notado que sí disfruto más de la intimidad.
Problemas de pareja
Muchas veces, si no disfrutaba de la intimidad, no era por falta de ganas o deseo. Más bien se trataba de los problemas que tenía con mi pareja. Tomábamos todo tan personal, que podíamos pasar enojados muchos días. Eso afectaba nuestra intimidad. Es normal que al principio tengas complicaciones en el sexo, ninguno nace sabiendo.