Mi bisabuelo salió de la tumba literalmente y casi mata del susto a toda la familia

Mi bisabuelo era uno de esos hombre elegantes que utilizaba muchos anillos en sus manos. Él era un hombre adinerado y por tanto un poco envidiado en el pueblo. Un mal día se quedó dormido y ya no despertó. El doctor del pueblo acudió al llamado de mi bisabuela y dictaminó su muerte a las 12 del día.

El funeral fue precioso

Resulta que la relación de mis bisabuelos fue una unión hecha por amor. Mi bisabuela estaba destrozada por la muerte de su marido, así como mi abuela y sus hermanos. No obstante, se hizo un funeral precioso al que acudieron hasta las personas más humildes del pueblo. Mucha gente quería y envidiaba a mi bisabuelo, pero nadie se iba a imaginar lo que ese mismo día por la tarde iban a presenciar.

Todo fue muy rápido

En los pueblos chicos se entierra a la gente rápidamente por aquello del olor. Entonces, a las 3 p. m. de ese mismo día mi bisabuelo yacía en su caja fúnebre en el panteón local. Por azares del destino la persona encargada de tapar la tumba tuvo un contratiempo y decidió dejar la caja de mi bisabuelo a la intemperie. ¿Quién se iba a imaginar que algunos ladrones habían visto las manos de mi bisabuelo en el féretro?

Los ladrones husmearon

Mi abuela podría jurar que los ladrones le pagaron a la persona encargada del panteón para que dejara la caja sin protección. Y así fue como estos caballeros, sin pena ni gloria, se acercaron al féretro, lo abrieron y comenzaron a quitarle uno a uno los anillos a mi bisabuelo. Hasta que llegaron al anillo más importante, el de bodas. Tanto tiempo con aquel anillo debió hincharle el dedo, porque no salía por más que ellos intentaban quitárselo. Así que uno de los ladrones tuvo una grandiosa idea: “Pues córtale el dedo y así el anillo sale más fácil“. Con una navaja comenzaron a cortarle el dedo, hasta que el muerto se levantó gritando por el dolor.

El grito se oyó hasta la carretera

El ladrón que estaba cortando el dedo cayó muerto de una paro cardiaco, y los demás huyeron. En cuanto a mi bisabuelo, se paró de la tumba muy desconcertado y comenzó a caminar hacia su casa. En la cual estaba toda la familia llorando por su ausencia. Cuando llegó a casa y abrió la puerta, estaba furioso. Alguien había entrado con lodo en la casa, así que comenzó a gritarle a la mujer que les ayudaba con la limpieza: “¡Camila!, ¿por qué hay lodo en la entrada, te pago nada más para estar pajareando, dónde demonios estás? ¡Camila!”. Toda la familia escuchó el grito de mi abuelo y corrieron a la entrada. Ahí estaba vestido con su traje y con sangre en las manos.

Todo el mundo muerto de miedo

Mi bisabuela estaba en shock, mi abuela y sus hermanos solo fueron corriendo hacia mi bisabuelo quien los abrazo. Así que el doctor que estaba presente, se le acercó y lo tocó. Cuando comprobó que estaba completamente vivo, lo sentó en la mesa del comedor y le curó la herida.  Todos estaban confundidos. Algunas mujeres perdieron los nervios y tuvieron que ser llevadas a sus casas cargadas por el mozo o sus maridos. Mi bisabuelo causaba grandes impresiones, pero ninguna le ganó a cuando salió del panteón caminando y llegó a casa.

En cuanto a la muerte de varias horas, el doctor asume que su corazón pudo haber disminuido mucho su ritmo y por eso no lograba encontrar el pulso. Pasó varias horas inconsciente o quizás hasta en coma. Gracias a los ladrones, mi bisabuela recuperó al amor de su vida y muchos años después ambos murieron con algunos meses de diferencia.