Me hubiera gustado saber esto antes de tener un hijo

En el momento en que supe que estaba embarazada miles de emociones me invadieron. Debo aclarar que todas eran buenas. A partir de ese momento decidí leer más para conocer. Es un hecho que ya conocía ya algunas cosas por la escuela o porque así lo decidí. Sin embargo, no estaba tan empapada de los conocimientos necesarios para ese momento. A pesar de lo que leí, me platicaron y veía, me hubiera gustado saber más de lo que supe durante el embarazo.

Pañales

Recuerdo que desde antes de que mi bebé naciera preparé varias cosas. Comencé a comprar ropita, accesorios, algunos muebles que eran necesarios y pañales. Me hubiera gustado saber que no eran necesarios tantos pañales tan pequeños. Mi esposo fue a comprar una caja de pañales para estar listos a su llegada. Cuando sucedió, los primeros cuatro días estuvimos en el hospital, así que no usamos pañales de los que ya teníamos. Ya en casa, abrimos la caja de pañales y usamos algunos. Sin embargo, mi bebé creció tan rápido, que en menos de dos semanas, ya necesitaba nueva talla de pañales. Incluso un solo paquete de pañales quedó a medias, ni siquiera se terminó. Vaya que es una gran fuga de dinero.

Ropa

Ligado al punto anterior, me hubiera gustado saber que tampoco debía comprar tanta ropa de una misma talla. Eso es algo que no sólo debía saber yo, sino mis conocidos. Todos teníamos la idea de que eran necesarias varias prendas super pequeñas. El primer problema surge si tu bebé nace más grande de lo que es considerado promedio. Si es más grande, ni de chiste le quedará la ropa. El segundo problema es que como los bebés crecen tan rápido, dejan muy pronto la ropa. Después de eso, aprendí que es mejor comprar ropa de tres meses o más y no de R/N.

Cuna o colecho

Para practicidad y pensando a largo plazo, optamos por comprar una cuna. Era de un tamaño aceptable y eso permitió que cupiera en el mismo cuarto en el que nosotros dormíamos para poder vigilarla mientras dormía. Justo en ese tiempo empezó a estar de moda lo de las cunas de colecho, que aseguraban más tranquilidad a la hora de dormir con tu bebé. Tuvo tanto éxito, que yo ya no sabía si había hecho mal con comprar la cuna de manera apresurada. Por fortuna, a la larga sirvió para que mi bebé pudiera dormir.

Fotos

Al conocer el rostro de nuestro bebé, tanto su papá como yo nos volvimos locos tomándole fotos. Tomábamos fotos mientras dormía, a la hora del baño, sus primeras papillas. Cuando pasó el primer año, parecía que la fiebre de las fotos se había terminado. Para ese entonces me hubiera gustado saber que teníamos que seguir tomando las fotos. Los niños crecen tan rápido, casi casi en un abrir y cerrar de ojos.