México es uno de los países más ricos en cultura, gastronomía y con sitios increíbles que cuando conoces, te dejan embobada. Desde hace muchas generaciones ha sido así. Si hay algo que me gusta, es la forma en que nuestras abuelitas han tomado un papel muy importante en esta historia. Por ejemplo, en mi familia, desde hace mucho tiempo han existido magos y brujos. Yo me siento orgullosa de ello, pero hace siglos, mi familia no corrió con buena suerte. Mucha de mi antigua familia fue sacrificada por esa simple razón.
La magia sí existe
Dejando de lado lo que digan, yo creo en la magia y estoy consciente de que existe. Como dije, tengo las pruebas vivientes de que así es. Que ahora no sea tan evidente como años atrás, no significa lo contrario. Mis ancestros tenían diferentes funciones, pero todos tenían ese don sobrenatural. Todos tenían un nombre específico y así los ubicaban de manera más fácil. Así como algunos eran los brujos o magos buenos, también había malos o negros.
Tuve ancestros malos
Debo reconocer que aunque me hubiera gustado que sólo hubiera magos y brujos buenos en mi familia, no siempre fue así. Uno de ellos se dedicaba a recolectar células de su cuerpo, por favor, cabello. Con esas células preparaba pócimas para que murieran. La gente lo buscaba justo para eso, para que les dieran pócimas con las que pudieran deshacerse de gente que no querían. Hubo otro de mis ancestros, que gustaba de jugar con fuego. A veces creaba figuras a modo de que parecieran seres con vida y poco a poco hacía que la gente se volviera loca. No sólo fueron ellos los que se dedicaban a cosas oscuras. En la familia también tuvimos una mujer que se dedicaba a seducir hombres y matarlos. Esto, a modo de venganza hacia las mujeres a las que habían engañado.
Pero también hubo magos y brujos buenos
Desde ese tiempo la herbolaria ha funcionado para muchas cosas. Una de mis ancestros, se dedicaba a eso. Ella estaba consciente de que podía usar la herbolaria para cosas malas, pero decidió enfocarse en lo bueno para ayudar a muchos. Lo único que pedía a cambio era un plato de comida. Otra de las mujeres se encargaba de leer el futuro con conchas y sin duda era de las más buscadas en el pueblo. Uno de los ancestros más famosos que tuve, fue uno que se dedicaba a interpretar los sueños de la gente del pueblo. Así podía ayudar a las personas a que supieran qué o cómo manejar eso con lo que habían soñado.
Ellos son sólo algunos de los magos y brujos que tengo conocimiento. Como dije, han existido desde hace mucho. Por desgracia, varios de ellos (los que se dedicaban a la magia negra) terminaron en la hoguera. ¿Será que yo también tengo esos dones en mi sangre?